La mayoría de los casos por acoso sexual que han tomado relevancia durante el último año fueron denunciados por mujeres; sin embargo los casos de hostigamiento sexual en el que las víctimas son del género masculino comienzan a salir a la luz. Tal como es el caso del juez estadounidense que pedía fotos sexuales a los acusados por delitos menores a cambio de su libertad.
De 2009 a 2015 Joseph Boeckmann, magistrado de Arkansas buscó no impartir justicia para obtener un beneficio personal, ya que perdonaba a los jóvenes imputados por delitos menores a cambio de un “servicio social” que consistía en acceder a ser fotografiados desnudos o con ropa en posiciones sexuales.
En un período de siete años Boeckmann mantuvo el mismo patrón de abuso por lo que las autoridades calculan que absolvió un total de 66 casos en los que se vieron involucrados hombres de entre 15 y 35 años, motivo por el que el juez de 71 años no sólo incurrió en un delito de tipo sexual sino que representó grandes pérdidas económicas para las autoridades al absolver las multas de los imputados.
Aunque aún se desconoce el total de víctimas abusadas por quién la fiscalía consideró como “un depredador que utilizaba su posición como juez para acceder a hombres jóvenes vulnerables para satisfacer sus propios deseos sexuales”, las autoridades incautaron por lo menos 46 fotografías y miles de archivos digitales de las víctimas de Boeckmann.
Los intentos por parte del abogado de Joseph Boeckmann, para que su cliente pueda cumplir su condena bajo arresto domiciliario, fueron en vano pues la juez Kristine G. Baker lo ha sentenciado a una multa de 50,000 dólares y cinco años de cárcel al considerar que “actuó de manera corrupta mientras era juez… y obstruyó la justicia”.
Este caso es un ejemplo de como los hombres también pueden ser presas de depredadores sexuales que aprovechan tanto sus posiciones de poder como las circunstancias de vulnerabilidad de sus víctimas.