Edward Snowden continúa exiliado en Rusia, pero eso no significa que sus revelaciones no sigan sacudiendo al gobierno estadounidense.
Un tribunal federal de apelaciones de Nueva York determinó ayer que la colección de registros telefónicos en poder de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA por sus siglas en inglés) excede lo que el Congreso había permitido.
El panel de tres jueces determinó que el Patriot Act, ley aprobada tras los atentados del 11 de septiembre para recopilar datos con fines antiterroristas, no justifica el almacenamiento de todas las llamadas telefónicas en EU por parte de la NSA.
El tribunal imploró además la intervención de los legisladores para decidir el mejor modo de equilibrar la seguridad nacional con los intereses privados.
“En vista de los intereses de seguridad nacional esgrimidos, consideramos prudente hacer una pausa para dar la oportunidad de un debate en el Congreso que pueda o no alterar profundamente el panorama legal”, opinó el juez Gerald Lynch.
Y es que el Patriot Act caduca el próximo 1 de junio, y el Congreso está debatiendo sobre su renovación o modificación.
“Si el Congreso decide autorizar la colección de los datos deseados por el gobierno bajo condiciones idénticas a las vigentes, el programa continuará en el futuro bajo dicha autorización”, sentenció el fallo.
El tribunal agregó que el juez que rechazó la demanda interpuesta por la Unión Americana de Libertades Civiles en diciembre –argumentando que el programa era una extensión necesaria de las medidas de seguridad adoptadas después de los ataques terroristas del 11 de septiembre– había errado al fallar que este estuviera autorizado del modo en que se llevaba a cabo.
Controversia sin fin
La colección de registros telefónicos por parte de la NSA —horas y números pero no el contenido de las llamadas— fue el programa más controversial entre los muchos que reveló en 2013 el excontratista de la agencia Edward Snowden.