De poco sirvió la tregua entre Israel y el grupo palestino Hamás.
Ante los misiles que lanzó Hamás para romper el cese al fuego, el Gobierno israelí bombardeó ayer una residencia en la que murieron la esposa y la hija de Mohamad Al Deif, líder militar del movimiento político.
“Cuando hablamos de la seguridad de los residentes de Israel, tenemos que entender que no hay otra opción más que la iniciativa israelí: hacer que Hamás se rinda”, expresó el canciller Avigdor Lieberman.
Pero Fawzi Barhoum, vocero de Hamás, respondió en un comunicado que “las palabras de Lieberman son estúpidas”.
“Este tipo de declaraciones van a hundir a la población israelí en el infierno y los ocupantes deben prepararse para días difíciles y duros como nunca ha visto antes”, indicó.