Kavanaugh, el juez acusado
El candidato al Tribunal Supremo enfrenta tres acusaciones de abuso sexual. Hoy declara sobre uno de los casos para que el Senado decida si lo confirma este viernes como integrante de la Corte
Mariana RecamierBrett Kavanaugh, el candidato al Tribunal Supremo nominado por el presidente Donald Trump, enfrenta tres acusaciones de abuso sexual. Hoy declara ante el Senado sobre uno de los casos para que el organismo legislativo decida si puede continuar con su candidatura.
El magistrado y una de sus presuntas víctimas, Christine Blasey Ford, psicóloga e investigadora universitaria, comparecerán ante la cámara alta en audiencia pública y monográfica.
Los abogados de la investigadora acusan al candidato de Trump de haber intentado violarla junto a otro joven en una fiesta en 1982.
“Mi motivación para presentarme es proporcionar información sobre cómo las acciones de Kavanaugh dañaron mi vida y para que consideren eso cuando tomen una decisión sobre cómo proceder. No es mi responsabilidad determinar si Kavanaugh merece sentarse en el Tribunal Supremo. Mi responsabilidad es decir la verdad”, cita el testimonio escrito de Ford que se presentará hoy en el senado estadounidense.
Las autoridades republicanas decidieron no ser quienes interroguen a Kavanaugh y Ford porque su comité está integrado completamente por hombres.
Ante esto, los senadores optaron por llevar a Washington a Rachel Mitchell, directora de la división contra crímenes sexuales de la Fiscalía del condado de Maricopa, Arizona, para que ella interrogue al candidato y la psicóloga.
Mitchell es una experimentada fiscal republicana que ha trabajado durante 26 años para la Fiscalía de dicho condado.
Además, la Comisión Judicial del Senado de Estados Unidos anunció que planea votar este viernes la confirmación de la candidatura del juez.
“Votaremos si estamos listos después de escuchar el testimonio de la doctora Ford y del juez Kavanaugh”, explicó en Twitter el presidente del comité judicial, el republicano Chuck Grassley.
Después de la audiencia, el Senado tiene que votar la confirmación de Kavanaugh en una sesión plenaria. En la actualidad, los republicanos tienen una mayoría de 51-49 en esta cámara, aunque se temen disidencias por parte de los legisladores que compiten por renovar su banca en noviembre.
Dos casos más
Kavanaugh también es acusado de cometer abusos sexuales en la década de los ochenta contra otras dos mujeres: Deborah Ramírez y Julie Swetnick.
Ramírez aseguró que también sufrió acoso sexual por parte Kavanaugh cuando este cursaba su primer año de carrera en la Universidad de Yale.
Según publicó la revista The New Yorker el domingo pasado, la acusación data del año académico 1983- 1984 y Ramírez accedió a narrar su historia a la publicación después de que esta le contactara.
Aunque reconoce que la noche del incidente estaba ebria y que su recuerdo tiene lagunas, Ramírez está convencida de que Kavanaugh le colocó el pene en la cara y le hizo tocarlo, sin su consentimiento, en una fiesta en uno de los dormi torios de la Universidad de Yale.
“Recuerdo que un pene estaba frente a mi cara. Sabía que eso no era lo que quería, incluso en ese estado de ánimo”, narró Ramírez.
Una tercera mujer también levantó la voz ayer contra Kavanaugh y le acusa de haber estado presente en una violación colectiva en la que ella fue la víctima, reveló su abogado Michael Avenatti.
El litigante, quien también representa a la actriz Stormy Daniels en un proceso separado contra Trump, identificó a la tercera acusadora como Julie Swetnick, quien conoció a Kavanaugh entre 1980 y 1981.
Swetnick agregó que alrededor de 1982 fue víctima de una de las violaciones colectivas en las que Judge y Kavanaugh estaban presentes.
“Durante el incidente fui incapacitada sin mi consentimiento y no pude luchar contra los chicos que me violaban. Creo que fui drogada con quaaludes (un sedante) o algo similar vertido en lo que estaba bebiendo”, agrega Swetnick.
Además, la joven dice que contó el incidente a dos personas y que conoce a otras que podrían corroborar la supuesta agresión.
La respuesta de Kavanaugh
Ante las tres denuncias, Kavanaugh negó este miércoles haber cometido abusos sexuales, aunque su comportamiento no siempre fuera ejemplar.
“Bebía cervezas con amigos durante los fines de semana. A veces demasiadas. En retrospectiva, dije e hice cosas en la secundaria que me producen vergüenza ahora, sin embargo, nunca hice nada que se le pareciese ni remotamente a lo que la doctora (Christine Blasey) Ford describe”, admitió en el testimonio preparado para ser leído ante el senado hoy.
El texto del magistrado se conoció mientras aumentaba la presión para posponer el voto de confirmación de su candidatura.
“No me dejaré intimidar para retirarme de este proceso. Este esfuerzo para destruir mi buen nombre no me hará perder la cabeza. Las amenazas de violencia contra mi familia no me harán perder la cabeza”, señaló en el texto.
En el mismo sentido, Trump dijo ayer que las últimas acusaciones contra el candidato al Tribunal Supremo son falsas.
“Avenatti es un abogado de tercera clase que es bueno para hacer acusaciones falsas, como lo hizo contra mí y como lo está haciendo ahora contra el juez Brett Kavanaugh. Él sólo está buscando la atención y no quiere que la gente vea su historial y sus relaciones pasadas”, publicó el presidente en su cuenta de Twitter.
Los latinos no quieren su candidatura
Por otra parte, la mayoría de votantes latinos considera que la nominación de Kavanaugh al Tribunal Supremo debería retirarse por las acusaciones sobre abusos sexuales, según un sondeo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos (NALEO).
La asociación señaló que a medida de que los hispanos saben sobre las denuncias, empeora el concepto que tienen del nominado, quien ha pasado de un 49 por ciento de opiniones favorables hace tres semanas a un 38 por ciento actualmente.