Pedro Pablo Kuczynski juró ayer como presidente de Perú, con la promesa de convertirlo en un país moderno, con el mejor clima de negocios del Pacífico Sur, pero sin olvidar las necesidades de los más pobres.
Otro de los compromisos que hizo el mandatario fue, “liberar a nuestra patria de la corrupción, de la discriminación, de la inseguridad, del delito, luchando con toda transparencia contra estos flagelos históricos”.
Sumándose así a la creciente ola de Presidentes de Latinoamerica que asegurán terminarán con este mal.
Según cálculos de la Contraloría General de la República de Perú, publicados a inicios del 2016, reveló que al cierre de 2015 el costo de la corrupción en este país llegó a los 12 mil 600 millones de soles, es decir, 71 mil 344 millones de pesos mexicanos, aproximadamente.
Frente al Parlamento dominado por la oposición, el economista Kuczynski aseguró que en su gestión de cinco años dotará a los peruanos más pobres de agua potable, educación y salud de calidad.
“Queremos ser ante el mundo un país serio, un estado con palabra, que tiene el mejor clima de negocios del continente y a donde todos quieran venir, ya sea para invertir, construir”, dijo en su discurso desde la tribuna parlamentaria.
Inicia con Austeridad
A diferencia de otros mandatarios de gobiernos pasados que usaron elegantes autos negros para llegar al Parlamento unicameral, Kuczynski, de 77 años, se trasladó en su minivan roja personal que usó también para recorrer la capital durante su campaña electoral.
Kuczynski definió a Perú como un país donde sus pobladores más pobres “deben tener acceso al agua potable y al desagüe las 24 horas”. El Presidente calcula que alrededor del 40 por ciento de la población de 32 millones de habitantes no posee servicios de saneamiento, por lo que pidió al Parlamento opositor trabajar juntos en una política de ese tipo.
A su toma de protesta asistieron los presidentes de México, Enrique Peña Nieto; de Ecuador, Rafael Correa; de Colombia, Juan Manuel Santos; de Chile, Michelle Bachelet; de Argentina, Mauricio Macri, y de Paraguay, Horacio Cartes. También estuvieron el rey emérito de España, Juan Carlos I, y el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García.