Un marine que participó en la operación estadounidense que mató a Osama bin Laden escribió un libro en el que hace un relato de primera mano que contradice la versión oficial y plantea dudas sobre si el jefe máximo de Al Qaeda presentó resistencia durante el allanamiento de su casa y fue una amenaza tan clara que hizo que los militares le dispararan fatalmente.
Al parecer Bin Laden fue muerto de un disparo en la cabeza cuando se asomó al pasillo del piso superior de su casa mientras un comando especial de la Infantería de Marina estadounidense avanzaba hacia él a toda prisa por un cubo angosto de escalera, según el relato del ahora ex miembro de la fuerza de elite Matt Bissonnette en su libro “No Easy Day”, que escribió bajo el seudónimo de Mark Owen y será publicado la próxima semana a pesar de que no se sometió a la revisión formal requerida por el Pentágono para obras de antiguos o actuales empleados de Defensa.
La versión no oficial
Bissonnette dice en su relato que estaba justo detrás de un “vigía” mientras subían por la escalera. Cuando se acercaban al final de las escaleras, dijo que escuchó dos disparos, aunque no aclara de quién. Escribió que el vigía había visto a un hombre asomándose por una puerta del lado derecho del pasillo.
El ahora escritor narra que el hombre volvió a su cuarto y los infantes de Marina siguieron adelante para encontrarlo tirado en el piso en medio de un charco de sangre con un agujero visible en el lado derecho de la cabeza, mientras dos mujeres sollozaban sobre su cuerpo. Cuando limpiaron la sangre de su rostro estuvieron seguros de que era Bin Laden.
Bissonnette dice que el vigía retiró a las 2 mujeres y las empujó hacia una esquina. Luego, el vigía y otros marines apuntaron la guía láser de sus armas hacia Bin Laden, que aún se movía, y le dispararon hasta que quedó inmóvil.
Los marines encontraron después dos armas guardadas en la entrada del cuarto, las cuales no habían sido tocadas, afirmó el autor.
Según la versión ofrecida por funcionarios gubernamentales sobre la incursión, los infantes de Marina dispararon a Osama cuando reingresó a su cuarto porque supusieron que estaba buscando un arma.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Tommy Vietor, se abstuvo de pronunciarse la noche del martes sobre esta versión.
El lanzamiento de “No Easy Day” estaba programado para el 11 de septiembre, pero el sello Dutton anunció que el libro se podrá conseguir una semana antes, a partir del 4 de septiembre, debido a un aumento de los pedidos por la publicidad. AP compró un ejemplar el martes.
El relato renueva los interrogantes sobre si la operación tenía la intención de capturar a Bin Laden o simplemente eliminarlo.
Post mortem
En otra revelación posiblemente incómoda para los funcionarios estadounidenses que dijeron que trataron con dignidad el cuerpo de Bin Laden antes de celebrar una ceremonia musulmana y arrojarlo al mar, el autor revela que en el vuelo del estrecho helicóptero fuera del lugar, uno de los marines estaba sentado sobre el pecho de bin Laden.
Esta es una práctica común, ya que las tropas estadounidenses a veces tienen que sentarse sobre sus propios compañeros caídos en combate, en helicópteros atestados de personas. El espacio era estrecho debido a que uno de los helicópteros se estrelló en el asalto inicial, lo que dejó poco espacio para las 2 decenas de marines en las 2 naves restantes. Cuando llegaron al tercer helicóptero, dijo, trasladaron allí el cuerpo de bin Laden.
Según relata Bissonnette, uno de los SEAL dijo después de la misión que acababan de lograr, sin proponérselo, la reelección de Obama.
Páginas en Internet de milicianos de Al Qaeda han publicado fotos del autor e instado a asesinarlo. (AP)