La batalla legal del Brexit comienza
El gobierno de Reino Unido va camino a una tensa ruptura con la Unión Europea por una disputa comercial que complica el futuro de la nueva relación bilateral
Mara EcheverríaLa Unión Europea y Reino Unido están de nuevo en el ring. El bloque de los 26 países informó que inició un proceso legal en contra del gobierno británico por incumplir los términos del acuerdo del Brexit y violar la ley internacional.
Este proyecto de ley, propuesto por el primer ministro Boris Johnson, invalida aspectos del Acuerdo de Retirada. La normativa anularía las partes consideradas en el pacto de escisión que se firmó el 31 de enero, hecho que causó molestia en Bruselas desde su anuncio, a inicios de septiembre.
El Acuerdo de Retirada establece que Irlanda del Norte se mantendrá dentro del mercado interior comunitario bajo las reglas del bloque económico, por lo que el proyecto de ley de Mercado Interior, que aún está en discusión en el Parlamento británico, invalidará el artículo que hace referencia al control aduanero.
Úrsula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, anunció que envió una notificación formal al acuerdo británico sobre el proceso legal que da lugar a un procedimiento de infracción por el Proyecto de Ley de Mercado Interior, que podría terminar en una demanda en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Para la Comisión Europea, el Proyecto de Ley del Mercado Interior violaría el Protocolo sobre Irlanda e Irlanda del Norte, ya que permitiría a las autoridades del Reino Unido ignorar el efecto legal de las disposiciones establecidas en el protocolo del Acuerdo de Retirada.
“Este proyecto de ley es por su propia naturaleza un incumplimiento de la obligación de buena fe establecida en el Acuerdo de Retirada”, dijo la presidenta de la Comisión Europea en una conferencia.
Reino Unido cuenta con un mes para responder la misiva de la Comisión Europea con otra carta en la cual deberá presentar sus “observaciones” sobre el tema. Tras examinar los argumentos de las autoridades británicas sobre el Brexit, o si estas no se presentan, la Comisión emitirá un dictamen motivado.
Las autoridades del bloque argumentan que el artículo 5 del Acuerdo de Retirada establece que la Unión Europea y el Reino Unido deben tomar todas las medidas apropiadas para asegurar el cumplimiento de las obligaciones derivadas del pacto, y que deben abstenerse de cualquier medida que pueda poner en peligro tales objetivos.
Algunos representantes del gobierno del Reino Unido, entre ellos miembros de la Cámara de los Lores, han reconocido esta violación, sin embargo, el gobierno del Reino Unido no retiró el polémico contenido del proyecto de ley.
Johnson y Brexit en la cuerda floja
La pelea entre la Unión Europea y Reino Unido pone en riesgo la posibilidad de alcanzar un acuerdo de libre comercio antes de que finalice este año, dado que a partir del primer minuto del 2021 los británicos dejan de ser parte del bloque.
En tanto, la postura del primer ministro británico ya pasó factura a su economía, situación que complica el panorama ya de por sí difícil a causa del segundo brote de coronavirus que obligó al gobierno a endurecer las medidas de confinamiento para contener los contagios.
Las firmas de servicios financieros que operan en el Reino Unido han trasladado a cerca de siete mil 500 empleados y más de 1.2 billones de libras de activos a otros países del bloque antes que el divorcio se consume. Este éxodo de empresas podría aumentar en las siguientes semanas.
Esta situación complica la recuperación del Producto Interno Bruto (PIB) de Reino Unido después del coronavirus, dado que el país quedará sin el apoyo financiero del bloque, lo que supone mayores desafíos para la administración de Johnson.
No obstante, el gobierno británico ha logrado tensar las negociaciones, como una forma de dejar clara su autonomía. El primer ministro considera que un fracaso sería un buen resultado, ya que esta situación dejaría claro que la Unión Europea es otro socio comercial con el que debe mantener una relación con base en los protocolos establecidos por la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Es en la Cámara de los Lores en donde la propuesta tiene numerosos detractores, ya que el partido conservador de Johnson no tiene mayoría, y una derrota podría impedir que el primer ministro cierre cierre un acuerdo con las autoridades europeas, lo que abre una oportunidad para que los negociadores lleguen a un pacto final antes de que finalice el año.
“Boris Johnson argumenta que busca las mejores condiciones para Reino Unido, pero enfrenta una amplia oposición en la Cámara de los Lores, quienes pueden solicitar que se cambien las cláusulas que generan polémica. También podrían echar para atrás todo el proyecto de ley porque sin acuerdo sobre el Brexit, serán los exportadores británicos quienes se vean afectados por no pertenecer al mercado único y por no contar con reglas comerciales”, declara Alfredo Rodríguez.