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La batalla por la reforma continúa

Aún cuando quedó superado uno de los mayores obstáculos con vistas a una reforma migratoria, algunos legisladores advirtieron el domingo, a pesar de su optimismo, que no han concluido sus trabajos sobre una iniciativa que abra la posibilidad de la ciudadanía a los 11 millones de inmigrantes sin autorización legal en el país.

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millones inmigrantes sin autorización legal para estar en el país podrían obtener la ciudadanía si se llega a un acuerdo
"Son prematuras las versiones de que el grupo bipartidista de ocho senadores ha alcanzado un acuerdo para una propuesta legislativa (de reforma migratoria)”
Marco RubioSenador republicano
El preacuerdo establece que decenas de miles de trabajadores extranjeros poco calificados puedan ir a EU a cubrir vacantes en construcción, hostelería y otras actividades
El gobierno podría crear una nueva visa ‘W’ para trabajadores inmigrantes poco calificados que recibirían salarios iguales a los de los estadounidenses o las pagas que prevalezcan en cada sector

Aún cuando quedó superado uno de los mayores obstáculos con vistas a una reforma migratoria, algunos legisladores advirtieron el domingo, a pesar de su optimismo, que no han concluido sus trabajos sobre una iniciativa que abra la posibilidad de la ciudadanía a los 11 millones de inmigrantes sin autorización legal en el país.

La central sindical AFL-CIO y la Cámara de Comercio de Estados Unidos (empresarial) convinieron la noche del viernes que decenas de miles de trabajadores extranjeros poco calificados puedan venir al país a cubrir vacantes en la construcción, hostelería y otras actividades.

Las desavenencias previas en este punto entre sindicatos y empleadores —ambos poderosos cabilderos— eran señaladas por los expertos como el principal obstáculo para alcanzar un acuerdo legislativo sobre la reforma migratoria.

Sin embargo, a pesar de este inusual acuerdo entre ambas partes, legisladores demócratas y republicanos admitieron que las negociaciones no habían concluido y aún no hay una iniciativa de reforma migratoria camino al congreso.

“Merced al acuerdo entre empresas y sindicatos quedó superada cualquier desavenencia política importante”, dijo el senador demócrata Chuck Schumer, de Nueva York, que medió entre las partes.

Sin embargo, este acuerdo no ha tomado la forma de un proyecto de ley y los ocho senadores que buscan un compromiso no se han reunido en torno al posible avance.

“No hemos firmado nada”, dijo el senador republicano Lindsey Graham, de Carolina del Sur. “Todavía faltan unos pocos detalles. Pero conceptualmente, tenemos un acuerdo entre empresas y sindicatos, entre nosotros mismos que tiene que ser elaborado”, agregó.

Rubio, no tan seguro

Poco antes de las presentaciones de los legisladores en diversos programas dominicales, el senador republicano Marco Rubio, de Florida, había advertido que no estaba dispuesto a prestar su nombre ni su influencia política para un acuerdo sin examinar los detalles.

“Son prematuras las versiones de que el grupo bipartidista de ocho senadores ha alcanzado un acuerdo para una propuesta legislativa (de reforma migratoria)”, dijo Rubio, uno de los legisladores que trabajan en la iniciativa.

Rubio, cubano-estadounidense, es una figura prominente dentro del Partido Republicano y posible aspirante a la candidatura presidencial en 2016. 

Los legisladores están muy pendientes de que éste dé su visto bueno al acuerdo aunque la postura del legislador alienta poco optimismo.

Rubio, el emisario del grupo ante los conservadores, describió el acuerdo como “un punto de partida”, pero dijo que aún falta la participación de 92 senadores de 43 estados en el proceso.

Aprobación de senadores: requisito indispensable

El acuerdo entre la central sindical más grande del país y el poderoso grupo cabildero empresarial necesita la aprobación de los senadores, incluido el republicano John McCain, de Arizona, cuyos esfuerzos previos para impulsarlo fueron infructuosos.

El senador republicano Jeff Flake, de Arizona, destacó la importancia del acuerdo entre empresas y sindicatos, pero agregó que el mismo no está finalizado.

El senador demócrata Schumer contribuyó la noche del viernes mediante una llamada telefónica a la concertación del acuerdo entre el presidente de la AFL-CIO, Richard Trumka, y el titular de la Cámara de Comercio, Tom Donohue.

El legado de Obama

En conformidad con el compromiso entre estas partes, el gobierno podría crear una nueva visa “W’’ para trabajadores inmigrantes poco calificados que recibirían salarios iguales a los de los estadounidenses o las pagas que prevalezcan en los sectores en los que laboren.

El Departamento de Trabajo podría determinar el sueldo prevaleciente de la actividad con base a las tasas habituales en localidades específicas, así que las pagas a los trabajadores inmigrantes podrían variar de ciudad a ciudad.

La medida propuesta garantizaría la seguridad en la frontera, combatiría a los empleadores que contraten inmigrantes no autorizados, mejoraría el sistema de inmigración y abriría una vía para que en 13 años puedan aspirar a la ciudadanía los millones de inmigrantes que viven en el país.

La reforma migratoria es una de las principales prioridades en el segundo periodo de gobierno del presidente Barack Obama e incluiría los cambios más dramáticos efectuados en dos décadas al sistema de inmigración federal que ha acusado fallas.

“Obama considera la reforma un legado. No me queda duda de que Obama desea la aprobación de una reforma migratoria integral”, dijo David Axelrod, asesor político del presidente.

(Con información de AP)

Sin dinero para mantener detenidos a migrantes

Marco Antonio Durazo llevaba seis meses en un centro de detención esperando ser deportado cuando un día le informan que queda libre. “Obama no tiene dinero” para mantenerlo detenido, le dijo un agente.

Al poco tiempo, este mexicano que vino ilegalmente a Estados Unidos en 1969, a los 19 años, estaba libre junto con cientos de extranjeros sin papeles excarcelados por el gobierno de Barack Obama por problemas presupuestarios. 

Las autoridades también redujeron la cantidad de agentes que vigilan la frontera, las patrullas en busca de narcotraficantes y el personal en los puertos de ingreso al país, todo esto en la época en que más cruces hay.

Las medidas son ocasionadas por recortes presupuestarios, pero coinciden con un cambio de actitud hacia la inmigración ilegal. 

Resta por verse el impacto a largo plazo. La Patrulla de Fronteras dijo que las cifras de enero y febrero reflejan un aumento del 10 por ciento en las detenciones en la frontera con México en comparación con los dos primeros meses del 2012.

Varios factores podrían incidir en ese aumento, incluidos una mejoría en la economía estadounidense y la perspectiva de que se apruebe una reforma integral a las leyes de inmigración que allane el camino para la ciudadanía.

La liberación de más de 2 mil 200 inmigrantes como Durazo se llevó a cabo poco antes de que comenzasen a regir los recortes presupuestarios programados para marzo. El gobierno planeaba liberar otros 3 mil en marzo, según documentos internos a los que tuvo acceso la AP.

Los procesos de deportación de los extranjeros sin papeles que han sido liberados –algunos en medio de la noche en autobuses o en aeropuertos– continúan, pero los afectados no deberán esperar su desenlace entre rejas.

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