En menos de 72 horas, 105 niños fueron rescatados de las garras de la prostitución y pornografía infantil gracias a un operativo de autoridades y dependencias gubernamentales de Estados Unidos.
La operación encabezada por la Oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) logró la captura de 159 proxenetas, acusados de explotación sexual de menores.
Con el nombre de “Operation Cross Country VII”, fue como se le conoció al trabajo de inteligencia y de rescate que se realizó en 76 ciudades de la Unión Americana, el cual expuso la gravedad de un problema cada vez más de carácter global.
“La prostitución infantil se mantiene como una amenaza constante para todos los niños de Estados Unidos”, comentó después de la exitosa misión Ron Hosko, director asistente de la División de Investigación Criminal del FBI.
El Centro Nacional para los Niños Perdidos y Explotados (NCMEC, por sus siglas en inglés) también participó en la operación y desde su fundación en 2003 han logrado recuperar 2 mil 70 niños que vivían bajo este yugo.
Asimismo, en los últimos 10 años se han encarcelado a más de mil 350 involucrados en estos crímenes, muchos de ellos condenados a sentencias de larga duración –10 a cadena perpetua–, de acuerdo a una publicación en el sitio del FBI.
En los últimos años se han incautado 3.1 millones de dólares en activo, producto de este tipo de delitos.
Con la inclusión de nuevas tecnologías, las formas de explotación sexual se han diversificado, siendo el Internet un nuevo canal de difusión y de cómo obtener ganancias.
“La operación solo demuestra la cantidad de niños estadounidenses que a diario son vendidos por sexo en Internet”, comentó al respecto el presidente ejecutivo del NCMEC, John Ryan.
De 2011 a la fecha se han identificado 4 mil 103 víctimas de pornografía infantil a través de la red, de acuerdo a cifras del NCMEC.
Y la demanda sigue creciendo. Gracias al Programa de Identificación de Víctimas Infantiles (CVIP, por sus siglas en inglés), en 2010 autoridades de Estados Unidos recabaron cerca de 14.2 millones de imágenes y videos.
Un año después, la cifra creció 8 millones en parte, según especulan, por el aumento en la velocidad del Internet y en la capacidad de almacenaje de los consumidores de pornografía infantil.
Durante más de una década de trabajo, el NCMEC ha revisado y analizado más de 80 millones de fotografías de pornografía infantil.
Empero, esta es solo una de los muchos rostros que puede tener el monstruo de explotación sexual de infantes.
Los “expendios” que ofrecen a los niños y jóvenes como productos sexuales van desde casinos, hoteles y locales que fungen como burdeles ilegales.
Las cifras de la explotación
En los últimos 20 años, el gobierno de EU ha visto un dramático incremento de los casos de explotación sexual, en base a un reporte emitido al Congreso norteamericano en 2010.
En menos de diez años –de 1994 a 2006–, los casos de pornografía infantil aumentaron 82.8 por ciento.
La agencia denominada ICAC Task Force, enfocada en los crímenes sexuales contra niños a través de Internet, tuvo un aumento de mil porciento en las denuncias de prostitución infantil entre 2004 y 2008.
Muchos de los niños que terminan siendo explotados a través de Internet fueron extraídos por familiares o por grupos criminales dedicados al negocio de la pornografía o la prostitución.
Sin embargo, un gran número de infantes que huyen de sus hogares para vivir en la calle se sienten atraídos por la prostitución a los pocos días de abandonar su casa.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos calcula que cerca de 450 mil menores dejan sus casas, situación que los convierte en blancos fáciles para los predadores sexuales.
El pederasta más buscado
Walter Lee Williams era un maestro de la Universidad del Sur de California enfocado en el desarrollo de género antes de convertirse en uno de los hombres más perseguidos por el FBI.
El profesor de 64 años fue perseguido por autoridades estadouindenses, quienes lo acusaron de estar involucrado en la explotación sexual de menores y posesión de pornografía infantil.
Asesinos y defraudadores acompañaban la fotografía de Lee Williams en la lista de los 10 más buscados por el FBI.
100 mil dólares ofrecían como recompensa por su captura, misma que sucedió en Playa del Carmen, México, en junio de este año.
Antes de su arresto, el pederasta viajó a diferentes partes del Sudeste Asiático, especialmente a Filipinas, donde mantuvo relaciones sexuales con menores de edad y con los que produjo pornografía infantil.