La caja de pandora de Rousseff

Dilma Rousseff, la presidenta de Brasil, abrió la caja de pandora y con ella todos los males posibles se le juntaron. El país está hundido en su peor crisis económica en los últimos 25 años. 

Los brasileños están alarmados por el virus del Zika. Los Juegos Olímpicos están a la vuelta de la esquina y no hay dinero suficiente.

Y por si hiciera falta otra calamidad: el gobierno de Rousseff enfrenta otro escándalo de corrupción protagonizado ahora por su operador electoral detenido este martes.

Aunque la última encuesta de la firma MDA demuestra un ligero repunte en la popularidad del gobierno de Dilma Roussef, la tasa de aprobación de la mandataria brasileña sigue en niveles alarmantemente bajos. 

El sondeo demuestra una aprobación del 11.4 por ciento en su gestión, lo cual supone una recuperación de 2.6 puntos porcentuales con respecto a la última medición, que se ubicó en apenas un 8.8 por ciento. 

En julio pasado alcanzó su mínimo histórico con apenas un 7.7 por ciento de aprobación.

El último escándalo en el que se le involucró a la presidenta de Brasil se registró el pasado martes 23 de febrero, cuando Joao Santana, el asesor de las campañas presidenciales de Dilma Rousseff y el expresidente Lula da Silva fue arrestado a su llegada a Sao Paolo.

Santana es investigado por la justicia brasileña acusado de recibir pagos en el extranjero que provendrían de sobornos a la empresa paraestatal Petrobras. Según medios brasileños, tanto Joao Santana, como su esposa Mónica Moura, habrían admitido que tres de los más de siete millones de dólares que recibieron de la constructora Odebrecht, son pagos por servicios a favor de las campañas de candidatos presidenciales en Argentina, Angola, Venezuela y Panamá.

Escándalos de corrupción

Éste nuevo revés para Dilma se suma a una lista de denuncias de corrupción y que han dañado significativamente su imagen, llegando a poner en duda, incluso, que pueda concluir su mandato que termina en el año 2019.

En 2014, Rousseff fue reelecta con una mínima diferencia de votos sobre Aecio Neves, candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña, el principal partido opositor. 

El mayor escándalo que ha enfrentado la mandataria en su gestión son las denuncias por corrupción en la petrolera brasileña Petrobras. 

Según los datos recabados a través de la operación Lava Jato, la red de corrupción instalada en la paraestatal habría desviado en los últimos 10 años cerca de 2 mil millones de dólares.

La red operaba en las ciudades de Brasilia y Sao Paolo y es hasta el momento, la mayor investigación de corrupción en la historia del país amazónico. 

La investigación empezó en julio de 2013 y en marzo de 2014 se realizarían las primeras detenciones.

Dilma Rousseff es señalada por encubrir y proteger a esta red de corrupción desde su posición como Ministra de Energía, ya que a su vez era presidenta del Consejo de Administración de Petrobras.

El desplome económico

Por si fuera poco, el panorama económico de Brasil no es nada alentador. 

Según datos del Banco Central brasileño, en 2015 hubo una recesión del 4.08 por ciento en el país. 

Los pronósticos para este año apuntan a que la caída del Producto Interno Bruto será del 3 por ciento.

Para tratar de revertir la adversa situación económica, el gobierno anunció en días pasados un fuerte recorte presupuestario, el cual incluye, entre otras cosas, un ajuste al gasto público de 23 mil 400 millones de reales (5 mil 780 millones de dólares aproximadamente) para este año.

El próximo 5 de agosto se inaugurarán en Río de Janeiro los Juegos Olímpicos, los cuáles se darán en medio de un ambiente de incertidumbre económica y política en el país amazónico.

El presupuesto original para los juegos olímpicos de Rio 2016 era de alrededor de mil 800 millones de dólares, sin embargo ya sufrió un recorte de hasta el 20 por ciento. 

Hasta la fecha se han vendido solo la mitad de la cifra de los boletos que se tenían proyectadas.

Otro de los obstáculos que deberá sortear la organización olímpica es el brote del virus Zika, sin embargo, los organizadores del evento olímpico confían en que para el día de la inauguración la situación pueda estar controlada.

Opositores piden su salida

En días recientes los principales partidos opositores de Brasil acordaron la creación del comité “Fuera Dilma” en el que además participan empresarios y representantes de la sociedad civil con el fin de reactivar el juicio político contra la mandataria. 

Está programada una manifestación nacional el próximo 13 de marzo para apoyar el juicio.

Los opositores buscan que la Cámara de Diputados pueda votar en los próximos días la composición de la comisión que se encargue de definir la viabilidad del juicio político contra Rousseff.

A principios diciembre pasado, el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, anunció que había decidido aceptar la apertura de un juicio político con fines de destitución en contra de la presidenta, al considerar procedente una acusación por irregularidades fiscales acontecidas en 2015. 

Sin embargo, el 19 del mismo mes, la Corte suprema anuló la elección de los miembros de la comisión parlamentaria que revisaría el caso de la presidenta y anunció que se deberá hacer una nueva selección de legisladores para esta comisión.