La Cruz de Obama

Su padre peleó en la Revolución Cubana junto a Fidel Castro y su esposa es vicepresidenta de Goldman Sachs. El senador republicano, Ted Cruz cuenta con el poder político suficiente para manipular el futuro de las finanzas estadounidenses. 

La mayoría del los miembros del Partido Republicano le juran lealtad y lo consideran una de sus armas más poderosas. 

En la esquina contraria, los demócratas aseguran que puede ayudarles a mantener el poder. 

Y es que este controvertido político tiene una larga historia llena de golpes mediáticos.

Llevaba en el cargo apenas nueve meses cuando llegó al pleno del Senado y echó mano al filibusterismo durante 21 horas para criticar la ley de servicios médicos, lo que generó una ofensiva para obstaculizar un acuerdo de presupuesto con los demócratas.

Desde entonces Cruz ha liderado la banda de republicanos que bloqueó los fondos federales.

Irónicamente Obamacare (como es conocido popularmente) está actualmente en vigor después de haber sido aprobada por el Congreso, promulgada por el presidente y validada por el Tribunal Supremo.

“Yo estoy a favor del cierre de gobierno y de no aumentar el techo de la deuda, pero no nos engañemos, esas son medidas a corto plazo. Si realmente queremos parar la reforma sanitaria, tenemos que destruir el planeta entero.

“Es como un parásito que necesita un anfitrión del cual alimentarse. Si quieres matar a un parásito, debes matar a su anfitrión, que en este caso es el mundo. Mientras haya un planeta Tierra, la pesadilla del Obamacare puede regresar entre gritos a la vida”, aseguró el controversial senador de Texas. 

La influencia de los republicanos

En las últimas décadas, ha reinado una sensación de incertidumbre en la economía global.

Los mercados internacionales se protegen comprando la inversión más segura, la deuda del gobierno de Estados Unidos, la cual se ha convertido en el seguro de facto para todo inversionista. 

Ante el empuje de un pequeño grupo de legisladores del ala conservadora del partido republicano, el llamado Tea Party está usando su inmensa influencia para no dejar que se reactive el gobierno, sin conceder una victoria para su causa. 

¿Mejor ser temido que amado?

Los expertos asegura que Ted Cruz puede ser uno de los candidatos de la presidencia en 2016 pues se vería beneficiado en las primarias gracias a sus ideas ultra-conservadoras. 

A pesar de esto, los republicanos moderados consideran que podría ser un daño para el partido con los votantes independientes, y les costaría la mayoría en el Senado que hace meses se veía tan cercana, lo que favorecería a los demócratas.

Mike Murphy, consultor político de los republicanos tuiteó, “ Ted Cruz dio inicio al juicio de las brujas de Salem dentro del GOP. Un regalo para los esfuerzos demócratas de mantener el control del Senado en 2014”.

Algunos incluso lo llaman “el arma secreta de Harry Reid”, quien es el líder de la mayoría demócrata.

En una entrevista con CNN, Cruz aseguró entre risas que no se consideraba un daño para la suerte del Partido Republicano. 

“El hecho de que ustedes escuchen esos ataques, creo que es el indicio de que estamos ganando el argumento”, agregó.

Recientemente causaron escándalo varias declaraciones privadas en las que responsables tanto demócratas como republicanos reconocían que les daba igual cuánto durara el conflicto porque, en su opinión, la parálisis beneficiaba políticamente a sus respectivos partidos.

Teniendo el nivel de influencia que ha obtenido el senador en la política americana, y sus conexiones directas con los financieros más conocedores en el mercado, ¿es posible que el conservador pueda encontrar alguna razón interesante para que continúe con las demandas que han mantenido cerrado al gobierno de la economía más importante del mundo?

El peor escenario

La calificadora Moody’s aún marca que el hecho de que Estados Unidos no pague su deuda es “extremadamente improbable”. 

El país jamás ha dejado de pagar una deuda que ha incurrido desde su insurrección, aunque el mercado ha empezado a atestiguar su preocupación. 

La diferencia entre el rendimiento de los bonos americanos de uno y dos años ha caído de 20 puntos base a sólo ocho, notando que aún se cree que podrán pagar sus deudas; sólo que no será a corto plazo. 

El mismo Goldman Sachs expresó que si no se llegara a levantar el techo de deuda, se podría reducir hasta en 4.2 el PIB per capita de EU.