Estados Unidos, así como el resto de los países a nivel mundial, sigue luchando para superar la pandemia por coronavirus. Esta vez, pidiendo a sus ciudadanos volver a usar cubrebocas aun cuando ya han recibido la vacuna contra el COVID-19.
A través de un mensaje emitido por sus redes sociales, el presidente Joe Biden enfatizó que quienes más deberían seguir esta sugerencia son todos los trabajadores federales, con el fin de que sean un ejemplo para el resto de la población.
Sin embargo, ante esta medida, la oposición no se hizo esperar a través de políticos republicanos como Ronald DeSantis, asegurando que al sugerir usar de nueva cuenta el cubrebocas el jefe de Estado le restaba valor a las dosis administradas en el país.
Estas posturas llegaron desde Texas hasta Dakota del Sur, donde tal parece que sus más altos representantes siguen siendo fieles a los ideales del expresidente Donald Trump, quien durante su mandato llegó a desacreditar en más de una ocasión el peligro del SARS-CoV-2.
Al respecto, es la maestra Norma Soto Castañeda, internacionalista y académica de la Universidad La Salle, quien opina que la medida impuesta por el jefe de Estado es en realidad muy buena y acertada, pues responde a una preocupación genuina por sus ciudadanos.
“Aún no sabemos específicamente cuánto puede durar la eficacia de las vacunas; entonces, en ese sentido, esta decisión es sin duda una medida de seguridad y de protección absoluta para todos, y claro, es cierto que el cubrebocas llega a ser incómodo porque no estamos acostumbrados, pero es algo esencial para nuestro propio cuidado”, asegura.
De ese modo, la también catedrática sugiere que la postura del presidente Biden ante las voces opositoras debería estar siempre apegada a la ciencia, enfatizando que la vacuna no es la única solución para prevenir nuevos contagios, también están otras actividades como el uso de mascarillas y el mantener distancia entre personas.
“Aquí lo que tenemos que observar y recordar es que los países que han sido más estrictos con las medidas de seguridad y de sanidad son los que tienen menos casos registrados; entonces, a mayores medidas, es mejor la seguridad. Si queremos salir de esta situación de pandemia y volver a la normalidad, tenemos que continuar siendo estrictos”, señala Soto Castañeda.