La ‘Evo política’ sí funciona
Latinoamérica debe dirigir su atención hacia Bolivia.
El presidente socialista Evo Morales logró, según resultados extraoficiales, reelegirse para un tercer período presidencial por la vía democrática.
Andrea B. Assunto
Latinoamérica debe dirigir su atención hacia Bolivia.
El presidente socialista Evo Morales logró, según resultados extraoficiales, reelegirse para un tercer período presidencial por la vía democrática.
Las elecciones fueron calificadas por Estados Unidos como pacíficas. Y a pesar de que la oposición asegura que existió fraude en el proceso y que la OEA afirma que el conteo de votos es muy lento, el país ha presentado normalidad, al tiempo que Morales dedicó su victoria a “Fidel Castro y a Hugo Chávez” y desafió el rechazo de Washington a los regímenes de América Latina.
Pero lo que ha llamado la atención de medios y especialistas es la influencia del boliviano sobre su pueblo y la mejoría que ha impuesto en la nación.
Evo Morales logró, según las encuestas de salida, más de un 60 por ciento de los votos.
Esto lo puede convertir en el “presidente socialista más exitoso de la historia. La política de distribución de este antiguo pastor de llamas han mejorado notablemente las condiciones de vida de uno de los países más pobres de la región, además de traer estabilidad política”, indicó ayer The Financial Times.
Y es que, mientras “la moneda argentina se ha hundido, desencadenando preocupaciones globales sobre las economías de desarrollo, Brasil lucha para sacudir las preocupaciones de un crecimiento muy lento y Venezuela se sienta encima de las mayores reservas petroleras del mundo, mientras tiene una de las inflaciones más altas… Bolivia, escondido en las sombras de sus vecinos… ha crecido su economía en un 6.5 por ciento, ha mantenido la inflación bajo control, tiene un presupuesto equilibrado y un fondo de emergencia en reservas extranjeras que podría ser la envidia de casi todos los países del mundo”, publicó The New York Times en febrero.
La economía de esta país ha crecido más rápido en los últimos ocho años que en cualquier período en las últimas tres décadas.
“La presidencia de Morales es histórica por varias razones. Considerando el hecho de que antes de la revolución nacional de 1952 los indígenas no podían ni ingresar a la Plaza Murillo frene al Palacio Presidencial, porque se creía que eran muy sucios. Ahora, un presidente agricultor, pobre e indígena sin una educación universitaria se sienta en el Palacio y es muy probable que sea reelegido por un tercer período con una gran ola de respaldo”, apuntó Al Jazeera el pasado 12 de octubre.
No todo es perfecto
Recuperar la economía y reducir la pobreza, entre otras mejoras, han ayudado al presidente a retomar el cargo hasta el 2020. Sin embargo, no todo ha sido color rosa.
“A inicios de año, el Gobierno boliviano atrajo varias críticas de organizaciones de derechos humanos por reducir la edad legal para trabajar a 10 años. Pero lo que muchos omitieron es que el Gobierno estaba respondiendo a una campaña de la organización sindical de los niños, Unatsbo, la cual ve la legislación como el primer paso hacia la protección de 850 mil niños trabajadores de Bolivia de la explotación que conlleva el trabajo clandestino”, informó The Guardian el pasado 14 de octubre.
Además, está siempre presente el miedo de las clases media y alta de Bolivia a la retórica de Morales y su fogosa condena al imperialismo estadounidense y al capitalismo.
Ambas, banderas de lucha del fallecido presidente venezolano, Hugo Chávez.
El beneficio que tiene Evo, hasta ahora, es que su socialismo ha funcionado.
La última reelección
Simón Bolívar decía que “nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él a mandarlo, de donde se originan la usurpación y la tiranía”.
Por ello, no es sorpresa que surja la duda de si Morales haría nuevamente un cambio en la constitución para poder reelegirse nuevamente.
“Yo entiendo esta manera de pensar de América Latina de que todo gira en torno a una persona, pero no me gusta. Esto es un plan de gobierno, no es el plan de un presidente específico. Quien sea que llegue después del 2020 necesitará comprometerse a la agenda patriótica, por esto no es necesario que Evo sea presidente en el 2025”, afirmó Morales en entrevista con BBC Mundo.