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"La abdicación de Juan Carlos I no es un acontecimiento aislado; es un síntoma más de esa descomposición y de la incapacidad de nuestras instituciones"
El músculo de los republicanos españoles lució con más fuerza que nunca esta semana, cuando decenas de miles invadieron las principales calles de ciudades como Madrid, Barcelona y Bilbao.
”¡Un bote, dos botes, Borbón el que no vote! ¡España, mañana, será republicana!”, fue una de las principales consignas de los quejosos, quienes buscan un referéndum que culmine en la instauración de una república.
Pero, pese a la baja popularidad del rey Juan Carlos en medio de su abdicación de este lunes, tumbar el sistema de monarquía constitucional de España aún parece improbable.
Apoyo oficial
“Hasta 2004, la monarquía era, según las encuestas publicadas por el oficial Centro Investigaciones Sociológicas (CIS), la institución mejor valorada por los españoles”, publicó ayer BBC Mundo, “en 1995, obtuvo 7.4 puntos sobre 10. En 1998, 6.72.
“En 2006, esta valoración descendió hasta un 5.19. Y a partir de 2011, la monarquía solo cosechó suspensos: un 4.89 en 2011, un 3.68 en 2013 y un 3.72 en abril de 2014”.
En medio de la crisis económica, los españoles se indignaron ante el safari del rey Juan Carlos en Botsuana, que costaría hasta 37 mil euros, y las acusaciones de lavado de dinero contra la infanta Cristina y su esposo Iñaki Urdangarín.
Sin embargo, el diario El Mundo publicó en enero una encuesta que revela que 49.9 por ciento de los españoles aún apoyan la monarquía como modelo de Estado para España, frente al 43.3 por ciento que preferiría tener una república.
El presidente Mariano Rajoy y los partidos tradicionales, el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), reiteraron ayer su apoyo a la Corona al indicar que se requiere una gran reforma constitucional para cambiar de gobierno.
“Hay quien pide un referéndum. Pueden hacerlo, pero tienen que respetar los procedimientos establecidos en la Constitución. Si esta Constitución no les gusta, planteen una reforma en las Cortes”, manifestó Rajoy a The Economist.
Realizar la reforma sería complicada, pues se necesita el apoyo de dos terceras partes del Congreso y del Senado, disolver las Cortes y además encontrar un nuevo apoyo de la misma proporción de votos de las Cámaras, explica Europa Press.
En conjunto, el PP y el PSOE tienen la mayoría en el Congreso y el Senado, lo que entorpece la reforma.
“Este modelo (la monarquía) tiene muchas cosas fundamentalmente buenas, aunque puede haber algo que sí se pueda cambiar”, afirmó a El País María Dolores de Cospedar, la secretaría general del PP.
Lo que gana la oposición
Aunque lograr un referéndum sea difícil, partidos de izquierda como Izquierda Unida y Podemos están convocando a la gente a movilizarse para exigirlo.
Estos partidos han aprovechado el desencanto de los españoles con el sistema de gobierno monárquico y bipartidista para ganar votos.
En las elecciones del 25 de mayo, las agrupaciones que promovieron un referendo que acabe con la monarquía ganaron el 25 por ciento de los votos.
“Cuando un régimen político entra en descomposición, el ritmo de los acontecimientos se acelera y se pierde la capacidad de garantizar la estabilidad”, escribió ayer Pablo Iglesias, presidente del partido ciudadano Podemos, en El Mundo.
“La abdicación de Juan Carlos I no es un acontecimiento aislado; es un síntoma más de esa descomposición y de la incapacidad de nuestras instituciones para dar solución a la crisis económica, política y social que afecta a la vida cotidiana”.
Pese a lo improbable del referendo, hasta los oficialistas y monárquicos reconocen que el príncipe Felipe enfrentará un duro mandato cuando reciba la corona, el próximo 18 de junio.
“El Príncipe de Asturias está llamado a reinar en un momento en que se ha producido una clara muestra de desencanto de los españoles con su clase dirigente”, publicó el ABC, el periódico español a favor de la monarquía.
Pasos para el referendo
1. Dos tercios del Congreso y el Senado deben apoyar la realización del referendo republicano.
2. Luego de esta aprobación, las Cortes Generales, ambas Cámaras, deben disolverse.
3. Tras formarse de nuevo, las nuevas Cámaras deben aprobar la realización del referendo, también con dos tercios.
4. El referendo busca atacar el blindaje de la monarquía que existe en la Constitución, que protege a este sistema en el Título Preliminar y en el Título II.
