La guerrilla colombiana sigue viva
La mayoría de excombatientes de las FARC buscan la paz en Colombia, sin embargo, grupos disidentes de estas fuerzas armadas siguen cometiendo delitos en todo el territorio colombiano e incluso en las fronteras con Ecuador y Venezuela. Esto puede obstaculizar los diálogos de paz entre el gobierno colombiano y exguerrilleros
Mariana RecamierEl secuestro de ecuatorianos por parte del Frente Oliver Sinisterra reavivó la discusión sobre los disidentes al proceso de paz en Colombia. El grueso de excombatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ya están desarmados e incluso se han convertido en un partido político gracias al acuerdo de paz con el gobierno del actual presidente colombiano Juan Manuel Santos, no obstante, grupos disidentes siguen cometiendo actos a lo largo del territorio colombiano y en otros países de Sudamérica.
El centro de investigación independiente Fundación Ideas para la Paz (FIP) publicó este mes un estudio que se titula “Trayectorias y dinámicas territoriales de las disidencias de las FARC”. La investigación coordinada por Eduardo Álvarez Vanegas, Daniel Pardo Calderón y Andrés Cajiao Vélez atribuye a estos grupos armados la capacidad para “desestabilizar las condiciones de seguridad en ámbitos rurales y urbanos, dinamizar economías criminales e influir negativamente en la implementación de los acuerdos”, así como sabotear los esfuerzos para la construcción de la paz.
El delito más reciente de estos grupos es el secuestro de una pareja de nacionalidad ecuatoriana que se atribuye al Frente Oliver Sinisterra, liderado por Walter Patricio Artízala Vernaza, alias ‘Guacho’. El grupo envió la prueba de vida de las dos personas secuestradas este martes a las autoridades de Ecuador a través de WhatsApp. El mismo grupo se adjudicó el secuestro y asesinato de tres trabajadores del medio de comunicación ecuatoriano El Comercio.
Estos acontecimientos colocan en el plano internacional la presencia de grupos disidentes de las FARC a lo largo de Colombia y otros países sudamericanos. El ministro de Defensa colombiano Luis Carlos Villegas ha calculado que mil 100 hombres en armas integran estos grupos disidentes, mientras la FIP estima la cifra entre mil 200 y mil 400 hombres.
De acuerdo al informe de la fundación, los grupos disidentes de las FARC son estructuras armadas que pueden competir en el plano militar, político y social de forma directa a la acción del Estado y sabotear sus esfuerzos para la construcción de la paz o los anhelos de quienes sí dejaron las armas.
Los grupos disidentes aumentaron con la misma búsqueda de la paz en Colombia. El 10 de junio de 2016, el Frente 1 Armando Ríos de las FARC publicó un comunicado en el que manifestaba su decisión de no participar en el proceso de desarme de esta fuerza. En el documento se reivindicaron como una realidad política en pie de lucha para combatir las causas estructurales del conflicto armado y tacharon el Acuerdo de Paz como una “traición” que sólo buscaría el desarme y la desmovilización de la guerrilla.
El anuncio fue desautorizado por el estado mayor del Bloque Comandante Jorge Briceño, al cual estaba adscrito este frente, y provocó la expulsión por parte del secretariado de las FARC de cinco mandos pertenecientes a diferentes frentes: ‘Gentil Duarte’, ‘John 40’, ‘ Euclides Mora’, ‘Julián Chollo’ y ‘Giovanny Chuspas’, por considerar que habrían incurrido en una violación de los principios de disciplina que caracterizaba a las FARC.
Desde ese comunicado se ha registrado el surgimiento de grupos disidentes que han sido confirmados por el gobierno de Colombia en diferentes regiones del país. En los últimos 21 meses se les ha atribuido a las disidencias 147 acciones, según el estudio de la FIC.
Las principales acciones de estos grupos de las FARC son de bajo esfuerzo militar, como enfrentamientos, emboscadas y activación de artefactos explosivos. Asimismo, el reclutamiento forzado y desplazamiento forzado constituyen las principales causas de impacto humanitario como resultado de la continuidad de estos frentes.
Estos grupos también secuestran, realizan homicidios, provocan deforestación, fabrican y trafican estupefacientes y sabotean la infraestructura eléctrica de las comunidades.
Estas agrupaciones disidentes son un factor de riesgo para la implementación del Acuerdo de Paz porque comprometen las garantías de seguridad de los exintegrantes de las FARC, sus familias y simpatizantes. También se convierten en un riesgo para las comunidades. Si las poblaciones colombianas no pueden tener una vida tranquila, el proceso de paz no puede avanzar y no es sostenible.
En regiones como Arauca, Nariño y Guaviare, los excomandantes de las FARC manifestaron su temor ante las acciones de estos grupos. Las personas que integraban estas fuerzas armadas temen desplazarse por actividades relacionadas con el partido FARC o la sustitución de cultivos.
De acuerdo al estudio, este miedo no es infundado porque así lo demuestran los recientes ataques del Frente 10 en Arauca contra excombatientes en la vereda Filipinas.
En Nariño, Cauca, Guaviare, Vichada, Meta y Caquetá, algunas de las acciones de las disidencias han estado orientadas a afectar procesos relacionados con la búsqueda de la paz como la sustitución de cultivos y también obstaculizan la puesta en marcha de programas o la participación en la política. En el mismo sentido, atenta contra los liderazgos sociales y políticos preexistentes y emergentes.
Por otra parte, las disidencias del Frente 40 emboscaron a la policía nacional y quemaron un autobús intermunicipal. Mientras, el Frente Acacio Medina permanece en la frontera colombo-venezolana para obtener rentas derivadas de la minería ilegal en ambos países.
Disidencias y acciones atribuidas
> Frente 1
Emboscadas, amenazas, retenes ilegales, reclutamiento forzado, secuestro, activación de artefacto explosivo, extorsión, instalación de minas antipersonales, homicidios, deforestación, fabricación, tráfico de estupefacientes, sabotaje a la infraestructura eléctrica.
> Frente 7
Amenazas, reclutamiento forzado, secuestros, hostigamientos, quema de vehículos, extorsiones, activación de artefactos explosivos, desplazamiento forzado, quema de maquinaria, retenes ilegales, tráfico de estupefacientes y hostigamientos.
> Frente 10
Ataque a caravana de la Unidad de Protección donde se encontraban miembros del partido FARC en Arauquita.
Intento de homicidio del excombatiente Henry Ernesto Tobar Arenas.
> Frentes 14 y 15
Retenes ilegales y enfrentamientos.
> Frente 36
Enfrentamientos con las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC).
> Frente 40
Reclutamiento forzado, extorsiones, combates, instalación de minas antipersonales y fabricación y tráfico de estupefacientes.
> Frente 48
Instalación de minas antipersonales y fabricación y tráfico de estupefacientes.
> Frente 62
Reclutamiento forzado, fabricación y tráfico de estupefacientes.
> Frente Acacio Medina
Fabricación y tráfico de estupefacientes
> Frente Oliver Sinister
Amenazas, enfrentamientos, extorsiones, secuestros, ataques contra la infraestructura, tráfico y porte de armas, fabricación y tráfico de cocaína.
> Resistencia Campesina y los de Sabalo
Homicidios, desplazamiento y reclutamiento forzado, enfrentamientos, secuestros y fabricación y tráfico de estupefacientes.
> Gente Del Orden o Guerrillas Unidas del Pacífico
Secuestros, enfrentamientos y fabricación y tráfico de estupefacientes.
> Frente 6
Enfrentamientos, ataque con francotirador, robo de vehículos, amenazas, fabricación y tráfico de estupefacientes y quema de vehículos.
> Columna Miller Perdomo
Emboscadas, enfrentamientos y fabricación y tráfico de estupefacientes.
> Columna Jacobo Arenas
Enfrentamientos, fabricación y tráfico de estupefacientes.
> Frente 30
Hostigamientos y robos
Más actos delictivos en más territorio
De acuerdo al informe de la Fundación Ideas para la Paz, los delitos de estos grupos disidentes han aumentado en los últimos dos años y han logrado abarcar cada vez más territorio en Colombia e incluso han comenzado a realizar delitos en otros países. Entre junio de 2016 y el 27 marzo de 2018, estos grupos han cometido por lo menos 147 acciones en cerca de 13 de departamentos, a las que se suman las ocho que han afectado a Ecuador.
Los delitos de estos grupos disidentes de las FARC han aumentado en los últimos dos años y han logrado abarcar más territorio. Este año se han registrado 46 actos delictivos por parte de estas agrupaciones
En el segundo semestre de 2016 se registraron nueve delitos o actos violentos en ocho municipios de cinco departamentos, mientras que en el primer semestre de 2017 hubo un aumento a 42 acciones, que tuvieron lugar en por lo menos 19 municipios de nueve departamentos. Para el segundo semestre de 2017 se registraron 50 acciones, lo que muestra un aumento respecto a los dos períodos anteriores y una ocurrencia en 26 municipios de ocho departamentos.
Este año parece que se mantendrá la tendencia al aumento porque en lo que va de 2018 se han registrado 46 actos por parte de los disidentes, es decir, 38 más que las ocurridas en el mismo período del año pasado, de acuerdo al estudio que tiene registrados los delitos.
En este inicio de año también se han presentado delitos en Ecuador, lo que muestra que estos grupos, puntualmente el Frente Oliver Sinisterra continúa manejando algunas rutas al otro lado de la frontera que en su momento tuvo las FARC. Esto se comprueba con los últimos secuestros y asesinatos de ecuatorianos efectuados por este grupo disidente.
El Frente Oliver Siniestra es el grupo más fuerte en la zona cercana a Ecuador debido a las redes sociales con las que cuenta su líder ‘Guacho’. La cabeza de la agrupación tiene vínculos con campesinos cocaleros y narcos locales e internacionales. Además cuenta con conocimiento de la región y capacidades militares.
El informe de la fundación señala que es de nacionalidad ecuatoriana, lo que le facilitó, durante su paso por las FARC, controlar redes y corredores de tráfico de cocaína en las zonas bajas de las provincias ecuatorianas de Carchi y Esmeraldas.
Este año también sobresalen las acciones en Antioquia por exintegrantes de los Frentes 18 y 36 que habrían reincidido y en Arauca por exintegrantes del Frente 10. En estos primeros meses de 2018 también se han registrado grafitis y panfletos alusivos al Frente 36 en la zona rural del municipio de Briceño.
A estos delitos se suman enfrentamientos y homicidios que se intensificaron en diciembre del 2017. Los responsables serían cerca de 130 exintegrantes de los frentes 36 y 18 de las FARC.
Acuerdos de Paz sin cumplir
En 2016 se firmó el Acuerdo Final de Paz entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las FARC. Un informe de la Comisión Internacional de Verificación de los Derechos Humanos de Colombia indica que los Acuerdos de Paz en el país no se han implementado en un 82 por ciento.
Entre los acuerdos que aún no se cumplen están aquellos que son considerados de mayor importancia: la Reforma Agraria Integral, la participación política, la sustitución voluntaria de los cultivos ilícitos, la estructura institucional de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), el desmonte del paramilitarismo, entre otros. También se suman los crímenes contra excombatientes.