La historia del “Terremoto de Valdivia”, el más poderoso jamás registrado

El “Gran Terremoto de Chile” tuvo una fuerza de 9.5 grados, duró más de 10 minutos y provocó daños en al menos tres continentes
Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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A las 15:11 horas del domingo 22 de mayo de 1960, Chile experimentó el terremoto más poderoso y destructivo del que la humanidad tenga registro certero; un movimiento de 9.5 grados que se extendió durante catorce interminables minutos.

Horas antes del trágico evento, el sur de Chile vivió dos sismos de gran intensidad que dejaron importantes afectaciones en varios inmuebles y obras viales, además de decenas de muertes; sin embargo, lo peor aún estaba por venir.

Mientras la población del país sudamericano evaluaba los daños provocados por los primeros movimientos, una zona cercana a lo que hoy es la región de la Araucanía se convirtió en el epicentro del llamado “Gran Terremoto de Chile” o “Terremoto de Valdivia”.

Por más de 10 minutos, la zona de Valdivia fue testigo de cómo sus casas, edificios y demás edificaciones se derrumbaron como si fueran de cartón, además que el río Calle-Calle se desbordaba para inundar las calles de la ciudad.

Hablamos de una catástrofe que cobró la vida de 2 mil 200 personas, dejó cerca de 3 mil heridos y más de 2 millones de personas sin hogar. Los expertos de la época estimaron la fuerza del fenómeno cercano a 20 mil bombas atómicas.

Este terremoto modificó de manera permanente la geografía del sur de Chile, ya que varias regiones se hundieron, mientras otras tantas comenzaron a elevarse; especialmente en los 400 mil kilómetros cuadrados que componen las zonas de Talca y Chiloé.

La explicación geológica indica que las placas de Nazca y de Chiloé se acercaron 40 metros en cuestión de minutos, mientras que anualmente éstas tienen un acercamiento aproximado de entre 8 y 9 centímetros. Lo que también provocó que el eje de la Tierra se moviera ligeramente.

Los investigadores han señalado que el “Gran Terremoto de Chile” fue más bien una serie de 37 sismos cuyos epicentros se alargaron a lo largo de la costa en un breve lapso; lo que provocó finalmente la fractura de toda la zona entre las penínsulas de Arauco y Taitao.

Efectos después del terremoto

Debido a la fuerza de este fenómeno natural, Chile fue golpeado también por un maremoto y tsunami que arrasó gran parte de las provincias costeras de Concepción y Chiloé; además de provocar pérdidas materiales y humanas en territorios de Estados Unidos, Asia y Oceanía.

Las grandes y poderosas olas llegaron a Hawái para cobrar la vida de más de 60 personas; en Filipinas 32 personas murieron por este fenómeno; mientras que, 22 horas después del sismo central, Japón registró 138 muertes y mil 600 inmuebles destruidos.

Erupción del volcán Puyehue

Por si todo esto fuera poco, dos días después del “Terremoto de Valdivia”, el volcán Puyehue inició una erupción explosiva provocada por la fuerza que desencadenó el choque de las placas en la península.

La erupción fue de medianas proporciones, pero las fumorolas y las nubes de ceniza obligaron a las autoridades a suspender varios vuelos, incluidos algunos que estaban destinados para ayudar a la población de Valdivia.

Legado

El “Gran Terremoto de Chile” es recordado de manera solemne en aquel país, sin embargo, es también un recordatorio constante de cómo la fuerza de la naturaleza puede cambiar el mundo tal y como lo conocemos en cuestión de minutos.

Producto de este evento, en Chile fue creada la Oficina Nacional de Emergencia para prevenir y atender de mejor manera sismos de tal magnitud.

Mientras que la Organización de las Naciones Unidas impulsó la creación del Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico.

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