La historia favorece a Rusia
Crimea y el Kremlin están de fiesta, pues Moscú anexó hoy a la península ucraniana.
Pero su celebración tiene preocupados a Estados Unidos (EU) y a la Unión Europea (UE), que insistieron ayer que el referéndum del domingo es ilegal, aunque más del 96 por ciento de los votantes aprobaron dejar Ucrania para unirse a Rusia.
Analistas advierten que las condiciones favorecen al presidente Vladimir Putin, pues las amenazas y sanciones económicas de las potencias occidentales no obstaculizarán su reclamo de Crimea, que ayer formalizó su independencia de Ucrania.
Pedro Pablo Cortéshttps://www.youtube.com/watch?v=4vchSiqozbU
Crimea y el Kremlin están de fiesta, pues Moscú anexó hoy a la península ucraniana.
Pero su celebración tiene preocupados a Estados Unidos (EU) y a la Unión Europea (UE), que insistieron ayer que el referéndum del domingo es ilegal, aunque más del 96 por ciento de los votantes aprobaron dejar Ucrania para unirse a Rusia.
Analistas advierten que las condiciones favorecen al presidente Vladimir Putin, pues las amenazas y sanciones económicas de las potencias occidentales no obstaculizarán su reclamo de Crimea, que ayer formalizó su independencia de Ucrania.
Hoy Putin habló ante el Parlamento de Rusia para explicar su postura, lo que abre la interrogante de si se conformara con Crimea o irá tras otras regiones.
La estrategia del mandatario ruso pone a prueba la credibilidad de la canciller alemana Angela Merkel, la Unión Europea y de la Casa Blanca.
EU y su discurso incongruente
El presidente estadounidense Barack Obama reaccionó ayer al referendo con sanciones que implican congelar las cuentas bancarias y activos de 11 funcionarios de Ucrania, Rusia y Crimea, algunos allegados a Putin.
Sin embargo, el mandatario ruso no tuvo un castigo directo.
“El futuro de Ucrania lo debe decidir el pueblo de Ucrania. Si Rusia sigue interfiriendo en Ucrania, nosotros estamos listos para imponer más sanciones”, expresó el mandatario según El Mundo, pese a las muestras de apoyo a Moscú en Crimea.
Periodistas de Estados Unidos consideran que Obama puede hacer poco contra Rusia, pues no cuenta con apoyo popular para intervenir y además necesita de Putin para alcanzar objetivos más importantes, como el acuerdo nuclear con Irán.
“Un verdadero castigo a la economía rusa involucraría sanciones contra bancos, compañías petroquímicas y otras industrias clave, medidas que también le costarían dinero a empresas europeas y estadounidenses”, publicó ayer Time.
Otros críticos de la política exterior de Washington consideran que el secretario de Estado de EU, John Kerry, da una imagen incongruente con discurso anti Rusia, algo que Putin aprovecha para justificar sus acciones.
“Kerry y Merkel parecen haber olvidado, o ignorado, los pasos agresivos que EU ha dado desde el fin de la Guerra Fría para reducir la influencia de Rusia, por no decir nada de las intervenciones militares de EU en el mundo”, reportó la semana pasada la revista Foreign Policy.
El problema más grande de la Casa Blanca, advirtió la analista Kori Schake, es hablar como si el problema de Ucrania fuese personal, pues lo único que hace es agravar el conflicto en Crimea y provocar que Putin se irrite más.
“Entre más haga Estados Unidos parecer que la crisis en Ucrania es acerca de un conflicto entre Occidente y Rusia, se vuelve menos probable que Moscú acceda a actuar como Washington quisiera”, escribió Schake para Foreign Policy.
La prueba de Merkel
La canciller alemana y lideresa natural de la Unión Europea, Angela Merkel, ha elevado el tono de su discurso, pero no la gravedad de las sanciones.
La UE anunció ayer un castigo similar al impuesto por EU a 21 funcionarios rusios y ucranianos responsables de la crisis de Crimea, pero ninguno es cercano a Putin.
Expertos advierten que los países del organismo europeo son cautelosos, pues 30 por ciento del gas natural del bloque son de origen ruso y las exportaciones de los países miembro a Rusia alcanzaron los 171 mil millones de dólares en 2012.
En Alemania, donde 6 mil empresas negocian con Rusia, dos tercios de la población se oponen a las sanciones.
“En verdad, la UE sólo puede realmente poner presión económica sobre el Kremlin si está dispuesta a aceptar un cierto daño en casa. Y eso es difícil cuando hay tantos países del bloque todavía luchando para crecer”, informó ayer BBC Mundo.
Para el periódico Le Monde, el discurso de condena de la UE contra Rusia es solo superficial, pues dentro del organismo los funcionarios están resignados a que Moscú controlará Crimea.
“¿La lección? Se resume, sin mucha ambigüedad, por uno de los ministros europeos concernientes: ‘seamos realistas, fuera de una intervención militar nosotros no podemos cambiar el estado actual de Crimea’”, reportó ayer el diario francés.