¿La maldición del petróleo?
Los países con más reservas probadas del hidrocarburo tienen historiales de intervención por parte de potencias. Estados Unidos protagoniza las injerencias, sin embargo, el país norteamericano ya no necesita mucho crudo de otros territorios porque es el principal productor del mundo
Mariana RecamierLos países con más reservas probadas de petróleo tienen historiales de intervención por parte de potencias mundiales. Algunos especialistas aseguran que el interés actual de Estados Unidos en Venezuela es el último eslabón de este fenómeno, sin embargo, otros expertos dicen que el país norteamericano no necesita hidrocarburos de otros territorios porque ya es el principal productor del crudo en el mundo.
Las reservas probadas son el volumen de hidrocarburos contenido en los yacimientos que pueden ser producidos comercialmente. La etapa de producción se refiere a la explotación del petróleo de las reservas. La fase de producción termina cuando el crudo limpio es enviado a través de los oleoductos a las refinerías del país o a los terminales de embarque, es decir, la diferencia a grandes rasgos es la extracción.
Luego de Venezuela, Arabia Saudita, Irán e Irak son las naciones que tienen más reservas de petróleo probadas en el mundo. Estos países de Medio Oriente cargan con la mancha del conflicto violento y la intervención estadounidense en su historia, no obstante, sus problemas bélicos no son recientes.
Estados Unidos es una de las potencias que interviene históricamente en países con reservas. Walter Ángel, asesor de políticas de Estado en materia de energía, comenta que este fenómeno se debe a que quien controla los hidrocarburos dirige la política económica de las naciones.
El especialista añade que aunque Estados Unidos es el productor más importante de petróleo se trata de una nación deficitaria porque tiene un nivel más alto de consumo que de producción.
Los datos de la EIA dan luz sobre esta situación: el país norteamericano produjo 15.6 millones de barriles por día en 2017 y 14.8 en 2016, sin embargo, consumió 19.8 en 2016, último año registrado por la EIA. Parte de su consumo se cubre con los 7.8 millones de barriles por día en importaciones registrados en 2016.
“Estados Unidos está en una carrera por consumir las reservas del mundo desde hace más de 70 o 80 años y lo ha hecho a través de mecanismos de intervención en diferentes naciones para facilitarte recursos para el desarrollo su propia economía”, asegura Ángel.
El asesor añade que Estados Unidos no sólo ha desarrollado políticas injerencistas como la guerra para obtener las reservas de petróleo de otros países, sino que también estrategias de carácter político que no son violentas.
Las huellas de las intervenciones por motivos energéticos remiten al principio del siglo. En 2002, el entonces viceprimer ministro iraquí, Tariq Aziz, dijo que la amenaza de acciones militares de Estados Unidos contra Irak estaba motivada por el petróleo.
Por otra parte, el rol del crudo en la primera Guerra del Golfo en 1991 fue innegable. El conflicto se desató cuando Irak invadió Kuwait, un país de grandes reservas petroleras.
“Los países hegemónicos tienen la necesidad de implementar políticas violentas, pacíficas o vo1 2 3 5 6 4 7 8 9 10 luntarias para que los gobiernos les proporcionen sus recursos”, comenta Ángel.
El asesor agrega que Estados Unidos ahora busca obtener el petróleo venezolano al reconocer a Juan Guaidó como presidente de la república bolivariana. De acuerdo con el especialista, el gobierno estadounidense pretende obtener más crudo del país sudamericano para controlar su precio sin tener injerencia en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
En este sentido, el gobierno de Guaidó busca reactivar el sector e incentivar la inversión privada relacionada con el petróleo, señaló Carlos Vecchio, enviado de Guaidó a Estados Unidos.
El representante dijo que la medida es parte de un plan de mayor alcance para reactivar la economía venezolana centrándose en aumentar la producción de petróleo lo antes posible.
“Queremos ir hacia una economía abierta, queremos aumentar la producción de petróleo. La mayoría de la producción de petróleo que queremos aumentar será con el sector privado”, comentó Vecchio en entrevista con Bloomberg en Washington la semana pasada.
¿O una teoría conspiracionista?
Gonzalo Monroy, director de la consultora especializada GMEC, considera que relacionar los países con reservas petroleras y las intervenciones extranjeras es parte de teorías conspiranoicas. Opina que es un fenómeno que sucedió hasta la intervención de Estados Unidos en Irak en 2003, pero piensa que actualmente el uso de tecnologías cambia las dinámicas.
“La situación cambió a partir de la revolución de las lutitas en Estados Unidos. Las técnicas del fracking les ayudaron a sacar las cuencas enteras de petróleo y eso explica que el productor principal del crudo sea Estados Unidos”, asegura Monroy.
El director de la consultora añade que el negocio energético ya no sólo se trata de tener el recurso en determinado territorio. Considera que las empresas se dieron cuenta que no tienen que buscar el petróleo en otro país, sino que con la infraestructura necesaria pueden obtenerlo en Estados Unidos.
Sin embargo, es innegable que Estados Unidos aún compra petróleo a otras naciones. Las importaciones de crudo de la potencia promediaron 7.1 millones de barriles por día la semana que finalizó el 1 de febrero de 2019, un aumento de 63 mil barriles si se compara con la semana anterior, según datos de la EIA, no obstante, eso no comprueba que el gigante norteamericano pretenda seguir con su política de intervención para obtener más hidrocarburos.
Por ahora, la maldición de las reservas de petróleo es un fantasma que ronda Venezuela. Sólo queda esperar los siguientes pasos de Estados Unidos.