Hoy todos, desde los más fanáticos hasta los indiferentes, pasando por aficionados y hasta villamelones, vivimos la euforia del tremendo éxito de nuestro Tri basquetbolero, pero muy pocos reflexionamos que esto se da a pesar de los directivos del basquet mexicano, al no tener una Federación formalmente constituida y estable, sino una “mesa de a güevo”, en la que se reúnen toda clase de personas y personalidades, desde los bien intencionados hasta los más hampones herederos de esa peste que dejó crecer el peor de todos los directivos, y mire que los hemos tenido más que pésimos, en la historia de nuestro deporte…
Toussaint y sus hampones
Jorge Toussaint ha sido el primero en una larga cadena de lacras que se han servido del basquet mexicano hasta dejarlo marginado de toda competencia internacional por más de 20 años y, peor aún, fragmentar en grupos de poder cualquier asomo de desarrollo de este tan popular deporte que, después del fut, es el más practicado en nuestro país.
De nada sirve ahora seguir recordando hasta que se nos tuerzan las muelas a este secuestrador del basquet, cuyos argumentos legaloides, intimidaciones, tranzas y cochupos que les permitieron mantenerse bajo el paragüas perverso de ser una asociación civil independiente, sin que ninguna autoridad deportiva pudiera siquiera hacerles cosquillas.
Ivar, Nelson, Hermosillo, De La Garza, Mena y hoy Alfredo Castillo…
Se han topado con la pared de una Ley Del Deporte que nunca se ha atrevido a darle dientes para separar, castigar y hasta consignar a esta clase de personajes que no han podido meterse a fondo y solo han llegado a conciliaciones blandengues, cuando se ha tratado de rescatar de esas manos hamponescas el control del basquet mexicano organizado.
Don Mario y la leyenda
Para Guadalajara 2011 y con la necesidad de presentar un equipo competitivo, tomando en cuenta nuestra localía, el desaparecido Vázquez Raña dio un manotazo que derivó en esta selección que tantas satisfacciones nos ha entregado, pero hasta ahí.
Toussaint y su gavilla de pillos se carcajearon en la cara de todos nuestros directores de CONADE, que se fueron pasando la estafeta y la papa caliente sin resolver nada, la leyenda filtrada por el grupo de pillos corría en el sentido que era precisasmente Don Mario quien les protegía, cobarde afirmación cuando Vázquez Raña ya no puede defenderse.
¿Y qué sigue?
No basta con el entusiasmo mostrado por nuestro director de CONADE, Alfredo Castillo, brincando eufórico detrás de la banca de nuestro TRI basquetbolero, justo detrás de tiro de cámaras para suponer que, ahora sí, las cosas van a cambiar y tendremos una real y honesta Federación de basquet que alcance desde niños y jóvenes en las escuelas, hasta el talento profesional que hoy se reparte hasta en cuatro, entre ligas profesionales y semi profesionales que son las que pagan, excepto con los internacionales, los sueldos de nuestros jugadores, por cierto, en esta desorganización no siempre son de buen nivel o llegan a tiempo.
Se necesita de urgencia que la ley del deporte se modifique a los tiempos actuales y que le permita a CONADE no solo entregar recursos federales sino remover, señalar y hasta consignar a quienes como hasta hoy no solo en el basquet, sino en varias Federaciones más, han hecho de su disciplina “su” deporte y “su” perverso modus vivendi con cotos de poder perfectamente detectados pero intocables.
Así las cosas pues, a partir de este lunes cuando se termine este Preolímpico Varonil, falta el femenil en donde nuestras chamaconas no tiene ni para uniformes, cuando Alfredo Castillo de CONADE y Carlos Padilla del COM, regresen a sus mútiples actividades directivas, nuestro basquet seguirá igual reuniéndose bajo la supervisión de CONADE y Com en esta perversa “mesa de agüevo” en la que cada quien va a defender por “SUS” intereses particulares, protegidos por esas rendijas abiertas por tranzas y leguletos de la limitadísima Ley del Deporte y sus muy cuestionables Reglamentos, mientras tanto…
¡Vamos Tri!