“Hemos desarrollado aviones invisibles a los radares… y víctimas invisibles a la justicia”, puede leerse en una viñeta de Eneko, cartonista del periódico español Diagonal. Sobre el dibujo –un avión lanzando un misil sobre una mujer con un niño–, una palabra: OTAN.
El editorial del diario vasco Gara del pasado martes dice así: “Sobran las razones para oponerse a un ataque militar contra Siria. Una guerra no se convierte en legal con excusas.
“Los mismos países que ahora están dispuestos a matar a ciudadanos sirios para prevenir que sean matados con «armas de la peor clase» poseen y usan armas prohibidas internacionalmente, como el fósforo, el napalm, las bombas de racimo o el uranio enriquecido.
“Crear una zona de exclusión aérea no es hacer un anuncio, es bombardear zonas urbanas y matar a mucha gente. Y es, además, prender la mecha de una guerra que puede convertirse en regional o global, con consecuencias incontrolables.
“Y establece un ejemplo peligroso que quienes tienen Irán en el punto de mira, como el próximo en la lista, no van a desaprovechar.”
Además, añade que la utilización a escala masiva e indiscriminada de los arsenales de gases neurotóxicos es una cuestión aún no confirmada ni verificada.
“No se defiende a los sirios bombardeando Siria y empeorando su situación”, concluye.
Todo esto porque, tras el anuncio de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) de que el uso de armas químicas no puede quedar sin respuesta, el debate “guerra sí-guerra no” se ha vuelto abrir junto con el recordatorio de experiencias pasadas como Iraq o Libia, a pesar de las diferencias entre esos países.
Ayer, a la una de la tarde, la OTAN celebró una reunión para discutir el rol que jugará.
Tres países –Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia–, los tres miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, parecen estar únicamente a la espera de la decisión de Obama sobre cuándo actuar, desoyendo las advertencias del secretario general de Naciones Unidas y del enviado de la organización a Siria.
El primero, Ban Ki-Moon, ha pedido, según reportó El País, tiempo en La Haya para que los inspectores de la ONU sobre el terreno terminen de investigar.
El segundo, Lakhdar Brahimi, volvió a insistir en que cualquier ataque “debe contar con una decisión del Consejo de Seguridad”. Sin embargo, no parece que eso vaya a pasar.
François Hollande, presidente de Francia, reunió ayer por la mañana a un Consejo de Defensa especial para analizar la situación siria, según informó el diario Página 12.
Por su parte, su homólogo británico, David Cameron, convocó para hoy al Parlamento con el fin de obtener un voto sobre la “respuesta proporcionada” que a su parecer concierne al presunto ataque con armas químicas.
Ante este panorama, como afirma el periodista Eduardo Febbro, “con o sin la ONU, las cartas están echadas”. A lo que debería añadir, “con o sin el apoyo de los pueblos de esos países que dirigirán la intervención, las cartas están echadas”, ya que, según las encuestas, el porcentaje de personas de EU que apoya la intervención es muy poco –el 68 por ciento según Gallup está en contra– y en Gran Bretaña el tema produce una división similar a la que se vivió con Iraq, un 50 por ciento de ingleses se oponen, frente a un 25 por ciento de partidarios.
Ahora el problema es cuándo llevar a cabo ese ataque que, en principio, se presenta como un conflicto corto que no tendría como objetivo la caída de Al Asad sino, de acuerdo a El País, “disuadir y degradar” la capacidad del gobierno sirio de lanzar más ataques químicos.
Pero con respecto al momento, la agencia The Associated Press reportó que Obama tenía algunos compromisos que quizás eran los que estaban motivando que el inicio de la intervención no se acabara de determinar.
Ayer, por ejemplo, Obama rindió homenaje a Martin Luther King Jr. en el quincuagésimo aniversario del discurso “Yo tengo un sueño”.
Hoy, en Gran Bretaña se espera que los legisladores voten una moción para despejar el camino para que el Reino Unido responda al presunto ataque con armas químicas.
Y, por último, días más tarde, el próximo martes Obama inicia un viaje que lo obligará a estar lejos de la Casa Blanca casi toda la semana estando en países como Suecia –neutral en conflictos internacionales desde hace unos 200 años- y Rusia –principal aliado de Al Asad–, donde tendrá lugar la Cumbre del G20.
Además, según la AP, los legisladores de los principales partidos políticos de EU han pedido a Obama que consulte al Congreso antes de actuar, un paso que la Casa Blanca dice ya está en marcha, y, por otro lado, Obama también busca aceptación de los aliados occidentales, como Gran Bretaña y Francia, así como de organizaciones regionales como la Liga Árabe de 22 miembros, que ha manifestado su interés por la justicia para las víctimas de los presuntos ataques con armas químicas y culpó al régimen sirio.
Por todo esto, aunque hay movimientos en la zona, aún no está claro cuando se producirá el ataque que muchos medios internacionales ya dan por hecho.
Mientras tanto, además del crecimiento del número de muertos y de refugiados, subió el precio del petróleo y se dejó sentir la inestabilidad de los mercados.
Los movimientos de la zona
En la salida al mar
Francia y Gran Bretaña cuenta con barcos en la zona. París podría aportar también los aviones Rafale estacionados en Abu Dhabi y Djibouti de acuerdo a Página 12.
Aquí está también ubicado el puerto de Tartus, que acoge a la única base militar de Rusia en el extranjero, uno de los factores que explica la alianza de Putin con Asad y su rechazo más o menos firme a la intervención en función de como se encuentren sus relaciones con EU.
Por su parte, EU cuenta con varios navíos de guerra que patrullan en el Mediterráneo armados con misiles crucero. Además, Washington tiene diversas bases en el área donde hay aviones para bombardear blancos sirios, según el periódico argentino Página 12.
Altos del Golán
Este territorio, una meseta ubicada en la frontera entre Israel, Líbano, Jordania y Siria, tiene parte de sus extensión ocupada por Israel desde la Guerra de los Seis Días de 1967 y desde la Guerra del Yom Kipur, en 1967. Siria lo reclama y también Líbano, aunque una parte más pequeña.
Es un punto estratégico, considerado por la ONU como “territorio ocupado” y “territorio en disputa”, por Israel.
El gran valor de esta región reside en el agua, pues allí encuentran su fuente parte de los afluentes del Jordán y de allí proviene el 15 por ciento del abastecimiento de agua de Israel. Además, un tercio de la producción vinícola israelí proviene de allí, según Haim Gvirtzman.
Turquía
Este país ya apoyó la intervención. La OTAN ya decidió el pasado diciembre, hace casi unos nueve meses, desplegar misiles tierra-aire Patriot en la frontera entre Turquía y Siria para proteger “la frontera sudeste de la Alianza” de posibles ataques sirios.
Israel
Este país ya ha ordenado el despliegue de baterías antiaéreas en el norte del país ante el peligro de que siria, o su aliado Hezbolá desde Líbano, pudieran responder al ataque lanzando misiles.
Según reportó El País, de acuerdo con la radio militar, el ejército israelí ya ha desplegado en el norte del país las baterías de su sistema de defensa aérea móvil, el escudo antimisiles conocido como Cúpula de Hierro, y una batería de misiles Patriot.