La otra ‘dama de hierro’

Alemania refrendó este fin de semana que la líder que necesitan y quieren es la una vez más canciller Angela Merkel.

Tras una aplastante victoria en las elecciones germanas, sus tareas más próximas serán formar gobierno de coalición y lidiar con la crisis económica de la eurozona.

Su bloque político, la Unión Cristianodemócrata y la Unión Socialcristiana de Baviera, obtuvo su mejor resultado en 23 años, 41 por ciento de los votos,  y se colocaron a un paso –tan solo cinco escaños– para ser mayoría absoluta en la Cámara Baja.

Más allá de las siguientes jugadas que la canciller deba hacer, los medios europeos resaltaron un aspecto en especial: Alemania no quiere sobresaltos.

Su pragmatismo –puntualizado por Juan Gómez de El País– indica que los alemanes prefieren aquella frase de “mejor lento, pero seguro”.

“La canciller encarna ese justo medio que los ciudadanos de la primera economía de Europa quieren para su país”, dice Gómez.

“Esta cualidad la ha alzado a cotas de poder pocas veces vistas en la Alemania democrática (…) es auténtica en algunas cualidades que se asocian con la llaneza de ama de casa que ella proponga como modelo de austeridad racional”, dice el corresponsal en Berlín del diario español.

“Merkel defiende los intereses alemanes en Bruselas sin renegar del europeísmo. Seduce a Alemania con estos rasgos”, acota.

Sin embargo, su reelección no fue casualidad.

Ha visto rodar las cabezas de líderes europeos víctimas de la crisis, mientras ella se mantiene todavía firme.

Los italianos Silvio Berlusconi y Mario Monti; José Luis Rodríguez Zapatero, en la trágica España; Nicolás Sarkozy en una endeble Francia. Todos ellos pagaron cara la recesión y la debacle de la zona euro, pero la doctora en Física alemana, no.

Por el contrario, la estabilidad de su país le ha permitido esquivar los severos programas de austeridad aplicados en Portugal, España y Grecia, por mencionar unos ejemplos, y emprender nuevas políticas.

En su reelección, Merkel presentó un programa de 30 mil millones de euros para gasto social y apoyo a las familias.

“Hay dos conclusiones que se pueden tener de la victoria de la canciller alemana Angela Merkel: no habrá cambios repentinos de su política con respecto a la eurocrisis, y hay que esperar si mantiene su ministro de Finanzas en su próximo gobierno de coalición”, dice Marc Champion, miembro del consejo editorial de Bloomberg View.

La celebración de la conquista electoral de Merkel fue un reflejo de su personalidad política y de su plataforma como canciller: sin aspavientos, sin triunfalismos. 

“(Hay que) tratar este resultado con gran cuidado”, dijo ayer la germana.

¿Qué le espera a Alemania y la eurozona?

A pesar de su arrollador triunfo, hay voces encontradas en cuanto al futuro de Merkel.

“Si las cosas salen mal con el euro y los alemanes culpan a Merkel por gastar demasiado dinero en los irresponsables griegos y españoles, el AfD (el partido euroescéptico Alternativa por Alemania) ganará a sus expensas”, dice Champion.

“Esto pone en evidencia la fragilidad de una victoria que se apoya demasiado en su indudable ingenio político (pero) la economía alemana ha sobrevivido a la crisis financiera por muchas razones que tienen poco que ver con sus políticas, y la crisis del euro sigue como una amenaza porque ha bloqueado políticas necesarias para resolverla.

Sin embargo, Merkel posee las armas suficientes para tener una “chequera abierta política” ya que podría terminar dirigiendo un gobierno de “gran coalición” con los Socialdemócratas del derrotado adversario Peer Steinbrueck, o menos probable, con los Verdes, publicó AP.

“Tenemos dos posibilidades: los Socialdemócratas o los Verdes”, dijo Volker Kauder, líder del grupo parlamentario de la UCD, a la televisora pública ARD.

“Determinaremos a nuestros comités cómo llevaremos las negociaciones. Le daremos a nuestro país un gobierno fuerte”, agregó.

En cuanto a lo que el europeísmo se refiere, el presidente francés François Hollande apenas recibió la noticia del triunfo de Merkel y la llamó a reunirse para relanzar el proyecto europeo.

“La invitó a viajar a París en cuanto forme Gobierno para reactivar el proyecto de construcción europea”, escribió Miguel Mora, corresponsal español en la capital francesa.

Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, también se unió a los halagos y aplausos dirigidos a la alemana.

“Estoy seguro de que Alemania y su nuevo gobierno mantendrán su compromiso y su contribución a la construcción de una Europa próspera y pacífica al servicio de todos los ciudadanos”, dijo en un comunicado Van Rompuy.

Michael Barnier, comisario europeo de Mercado Interior, por su parte, dijo que ella es una “mujer que tiene sentido común, energía, pragmatismo y claridad”.

“Es definitivamente una mujer con convicciones europeas, son cualidades que necesitamos y que le harán falta a Europa”, dijo en rueda de prensa Barnier.

Por otro lado, los detractores de las políticas de austeridad de Angela Merkel pugnarán para que la canciller no tenga vía libre para imponer sus condiciones.

“Las políticas de austeridad de Alemania afectan especialmente a Europa del sur”, dijo Joan Josep Nuet, portavoz de Exteriores de la Izquierda Unida española.

Parece que el futuro de Alemania y Europa está en manos de esta mujer descrita como práctica y austera. ¿Podrá levantar la nave del europeísmo o fracasará en el intento?