Quienes lo vieron cuentan que el rey Juan Carlos de Borbón se “desorientó” y resbaló durante una cacería en Botsuana. El resultado fue una fractura de cadera.
El paseo privado se volvió público, pues mientras el rey apuntaba su rifle a los elefantes, lo acompañaba la joven princesa alemana Corinna Sayn-Wittgenstein, quien resultó la causa de una “desorientación” más trascendente y una fractura más grave:
La abdicación ya consumada y lo que se anuncia como un inminente divorcio que pondrá fin a 52 años de matrimonio con la reina Sofía.
Al mismo tiempo que el heredero de la dinastía Borbón se recupera de la cadera, la forzada dimisión al trono lo libera de los estrictos códigos de conducta impuestos por la Casa Real.
Ahora don Juan Carlos estará en condiciones de formalizar su divorcio con la abnegada reina y después legalizar un otoñal matrimonio como un rey con derechos pero pocas obligaciones que conserva título, sueldo y séquito.
Y lo que parecía el principio del declive y una terrible revancha del elefante que presumió como trofeo de caza, a la larga el hábil monarca lo volvió a su favor y ahora puede poner fin a la desavenencia conyugal, un secreto a voces.
Esto se confirma en el celebrado libro de Pilar Eyre, “La soledad de la reina”, que narra la larga lista de mujeres célebres que compartieron el lecho con el rey y la renuncia de la prudente Sofía a la convivencia ante la evidencia de infidelidades.
Lo revelado por la presentadora de televisión documentó lo que se murmuraba desde los 70, cuando el guapo monarca llegaba a la regencia compartida de un país que salía de una gran represión y emergió a la democracia gracias a las faenas de los políticos y el apoyo del rey.
Ante la evidencia de la revista italiana Oggi, que ha descubierto tantos secretos palaciegos y hasta el supuesto cuerpo desnudo del monarca durante una de sus aventuras amorosas, no queda más que esperar a que se confirme la buena nueva desde la vocería del Pardo.
Ahora los españoles más tradicionales tendrían que aceptar otro trago amargo: la nueva esposa del querido rey que tanto protagonismo tuvo en la transición hacia la democracia española.
Si fue difícil aceptar a una Letizia divorciada, admitir a una alemana, también plebeya y de clase trabajadora, que se adjudica el título de princesa por su segundo matrimonio con un príncipe, podría ser todavía más difícil.
Suplantar la presencia de la querida reina Sofía no sería tarea sencilla para los publirrelacionistas del palacio.
Además a esto se agrega que Corinna Larsen (su nombre de soltera), nació en 1964 y el rey Juan Carlos en 1938, lo que rompe su costumbre de tener amantes de su edad o un poco mayores, como la actriz Sara Montiel, que le llevaba más de 10 años.
Corinna, quien tuvo una larga relación con el nieto del fundador de la Mercedes Benz en Alemania, Gert-Rudolf Flick, sigue su gusto por los ricos y famosos, aunque también cambia sus hábitos de convivencia con hombres como Casimir zu Sayn-Wittgenstein-Saynel, el aristócrata a quien debe su título y que nació 12 años después que ella, en 1976.
En el amor no hay edades y según la fiel revista Oggi, que siempre lanza primicias sobre el rey Juan Carlos, el divorcio está próximo y la segunda boda real, sería inminente.
La edición publicada ayer afirma que el rey vive ya en Londres con Corinna y sólo espera legalizar su relación de más de ocho años y no tener que vivir más en las sombras.
Las aventuras de ‘Don Juan’
Como buen descendiente del libertino personaje de Tirso de Molina (1630) y su sucesor “Don Juan Tenorio’ de José Zorrilla (1844), el moderno Don Juan… Carlos, se adapta a su época y desde que llega a España, el 22 de noviembre de 1975, decide hacer honor a su nombre.
El libro de Pilar Eyre, “La soledad de la reina”, afirma que los reyes rompieron su relación marital casi recién llegados a España, con apenas 13 años de casados, cuando Sofía lo descubrió con su amante cuando él estaba supuestamente de cacería: “Los reyes sólo fueron pareja en sentido marital hasta la muerte de Franco”.
Y agrega: “Ella se entera de la primera infidelidad de su marido poco después de que el Caudillo falleciera. Pusieron dormitorios separados y no volvieron a funcionar como matrimonio nunca más. Tras ese episodio ella se fue a la India con su madre y sus hijos con la intención de separarse. Pero volvió y aceptó su destino. Cada uno hace su vida”, dice, sin embargo la imagen que dieron durante los 40 años de su reinado fue de armonía.
A la vez que proyectaban amor, los romances del apuesto rey se hacían públicos, como su larga relación con la cantante Paloma San Basilio que duró muchos años, el amorío con la decoradora Martha Gayá, que fue tan largo y parecía tan serio que se habló también de un posible divorcio.
Y hubo muchas más nobles, plebeyas, ricas y pobres, todas famosas, que se agregaron a la larga lista de conquistas del Don Juan: la condesa Olghina Micolis, Julia Steinbuch y la conductora Bárbara Rey.
Según el libro de Eyre, el Don Juan de España tuvo amoríos con la princesa británica Lady Diana, con quien tuvo dos encuentros en diferentes épocas de los años 80, lo que corrobora su biógrafa Colin Campbell.
Pero el caso de la todavía joven Corinna se torna más serio y los diarios españoles, siguiendo a la revista italiana Oggi, aseguran que ella está decidida a quedarse con el rey de España.
Y aunque muchos pensaron que no debía tomarse en serio el romance del ya viejo y cansado rey con una dinámica mujer de negocios que se gana la vida capitalizando sus relaciones con los nobles, ricos y famosos, parece que ahora sí será legal.