La promesa fallida de Obama
Al gobierno de Barack Obama se le están acabando el tiempo y las opciones para cerrar el centro de detenciones en la Base Naval de Guantánamo, así que sus funcionarios se apresuran para excarcelar a todos los reclusos posibles y ponderan estrategias novedosas, como permitir que algunos lleguen a acuerdos con la fiscalía en videoconferencias y enviarlos a otros a países donde serían enjuiciados.
Al gobierno de Barack Obama se le están acabando el tiempo y las opciones para cerrar el centro de detenciones en la Base Naval de Guantánamo, así que sus funcionarios se apresuran para excarcelar a todos los reclusos posibles y ponderan estrategias novedosas, como permitir que algunos lleguen a acuerdos con la fiscalía en videoconferencias y enviarlos a otros a países donde serían enjuiciados.
Sin embargo, todo el esfuerzo parece demasiado tardío para el cierre de la prisión antes de que Obama deje la presidencia en enero, lo que le dejaría imposibilitado de cumplir su promesa de campaña.
Entre los obstáculos están la dificultad en la transferencia de prisioneros de la base, interrogantes sobre la legalidad de los acuerdos con la fiscalía y una oposición fuerte en un Congreso dominado por los republicanos a cualquier cosa que pueda ayudar a Obama a cumplir su promesa.
“Las manecillas del reloj han llegado a la medianoche y el pueblo estadounidense ha ganado”, dijo el senador republicano Cory Gardner, quien ha dicho que se opondrá a cualquier intento de trasladar a prisioneros de Guantánamo a instalaciones en su estado. “El presidente tiene que admitirlo”.
Este mes, los legisladores se aprestan a extender la prohibición de trasladar a los prisioneros a suelo continental estadounidense. Eso dejaría al presidente sin recursos para cumplir con el plazo de enero de 2017, a menos que haya un cambio inesperado en el Congreso o una orden ejecutiva que sería políticamente explosiva.
La Casa Blanca ha estado indicando cada vez más una estrategia paralela: trata de reducir el número de reclusos para convencer a los legisladores de que es demasiado costoso sostener Guantánamo como prisión.
En su pico, la instalación tuvo unos 680 reclusos. Ahora tiene apenas 80 reos. (Con información de AP)