La reconstrucción de Beirut tras el desastre
La rehabilitación y edificación de un nuevo puerto en la capital libanesa es una oportunidad para el restablecimiento de las instituciones y las estructuras del gobierno de Michel Aoun
Mara EcheverríaUna enorme explosión en un almacén cimbró al puerto de Beirut el pasado 4 de agosto. Un mes después, con el término de las labores de rescate en la capital libanesa, las autoridades se preparan para dar paso a la reconstrucción.
El incidente en el que detonaron dos mil 750 toneladas de nitrato de amonio causó la muerte de 191 personas, dejó seis mil 500 heridos y siete desaparecidos, de acuerdo con los últimos reportes de las autoridades de la capital libanesa.
Aunque la razón de la explosión en Beirut parece clara, las causas por las cuales se provocó la explosión aún parecen interrogantes ante la comunidad internacional, después de que el gobierno libanés rechazara la cooperación internacional.
Las labores para conocer qué causó el fuego estaban a cargo del juez Fadi Sawan, quien transfirió el caso a la jurisdicción militar. La situación se complicó después de que Michel Aoun, presidente de Líbano, admitiera que tanto él como el gobierno sabían de la existencia del cargamento de nitrato de amonio que provocó la explosión.
El material, que se emplea para fabricar explosivos, fue decomisado de un barco que salió de Georgia rumbo a Mozambique en 2013. Las causas por las cuales se confiscó el nitrato de amonio no son claras, situación que levantó sospechas de que se trató de un ataque israelí para destruir un depósito de armas de la milicia Hezbolá, grupo político-paramilitar que respalda al gobierno libanés.
Las autoridades también informaron que el almacén en donde se encontraba el material flamable estaba en ruinas y tenía grietas en las paredes, situación por la que existía un reporte, lo cual deja en evidencia el mal manejo de las autoridades respecto al material decomisado.
Por ahora, el área de las explosiones permanecerá cerrada hasta el fin de las investigaciones y bajo supervisión de la Policía Militar y la División de Información de las Fuerzas de Seguridad Internas.
“La investigación sobre la explosión no es clara, sin embargo, es posible descartar un atentado porque Israel desde un primer momento se deslindó del ataque, cuando siempre admiten su responsabilidad en estos enfrentamientos”, dijo Alfredo Rodríguez, historiador por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Los daños en Beirut
Los trabajos para encontrar sobrevivientes en la zona cero del puerto de Beirut concluyeron el 5 de septiembre después de que un grupo de rescatistas de los Topos Chile informaran que no se había detectado ninguna otra señal de vida entre las ruinas del último inmueble en revisión, por lo que ahora el gobierno debe dar paso a la reconstrucción.
Una evaluación preliminar de la Organización de las Naciones Unidas y la Unión Europea reveló que los sectores más afectados son la vivienda, el transporte y los bienes culturales materiales e inmateriales como los sitios religiosos y arqueológicos, los monumentos nacionales y de otra índole, los teatros, los archivos y las bibliotecas.
Los daños que la explosión ocasionó a los activos físicos se ubican en el rango de entre tres mil 800 millones a cuatro mil 600 millones de dólares, a lo que se debe sumar el golpe económico como resultado de la disminución de la producción, se estima en el orden de entre dos mil 900 millones a tres mil 500 millones de dólares.
En la Evaluación Rápida de Daños y Necesidades (ERDN, por sus siglas en inglés) se estima que la reconstrucción de la capital libanesa y la recuperación del sector necesitarán una inyección de dos mil 200 millones de dólares, de los cuales 760 millones deberán estar disponibles de forma inmediata y hasta diciembre de este año.
A esto se sumarán otros mil 460 millones de dólares que deberán estar disponibles para la recuperación de la ciudad durante el año próximo, de acuerdo con estimaciones del Banco Mundial.
Los tres principales efectos económicos de la explosión, de acuerdo con el Banco Mundial, son las pérdidas en la actividad económica causadas por la destrucción del capital físico, las afectaciones al intercambio comercial y la baja de ingresos fiscales que causará a las arcas gubernamentales.
Para el organismo internacional, las actividades de reconstrucción de Beirut implicarán la rehabilitación y la reconstrucción de los edificios y la infraestructura dañada, y el restablecimiento de las instituciones y las estructuras de gobierno.
En tanto, las agencias de la ONU necesitan 565 millones de dólares para asistir a las víctimas y los damnificados por las explosiones, dado que se afectaron las operaciones en seis hospitales, frente a los tres reportados inicialmente, y se dañaron más de 20 clínicas.
“Si bien las estimaciones son preliminares debido a la rapidez y a las difíciles circunstancias en las que ejecutamos la evaluación, la ERDN sienta las bases de una agenda de reforma, recuperación y reconstrucción que da la esperanza de un futuro mejor para todos los libaneses”, dijo Saroj Kumar Jha, director regional del Banco Mundial.