La desesperación de los salvadoreños y el resto de centroamericanos quedó grabada en una fotografía. La imagen muestra los cuerpos sin vida de Óscar y Valeria Martínez, un hombre y su hija de un año y 11 meses, ahogados en las orillas del río Bravo.
La imagen tiene detrás el reflejo de un sueño. Óscar Alberto Martínez Ramírez y Tania Vanessa Ávalos salieron de El Salvador, junto con su bebé Valeria rumbo a Estados Unidos el 3 de abril.
Óscar dejó su trabajo en una pizzería y Tania había renunciado a su empleo como cajera en un restaurante de comida china para dedicarse a cuidar a su bebé, de acuerdo con información del medio de comunicación elsalvador.com
El padre, la niña y su madre dejaron El Salvador y emprendieron el viaje hacia Estados Unidos por falta de recursos, según ha asegurado su familia.
Rosa María, mamá de Óscar, le pidió que no dejara su país y desistiera de perseguir el sueño americano porque no era tan fácil cruzar la frontera sur.
En Estados Unidos los esperaban familiares que ya le habían conseguido trabajo a la pareja en Dallas.
Los dos jóvenes estuvieron en un albergue para migrantes en la ciudad de Tapachula, Chiapas, donde ya habían solicitado refugio y les dieron una visa humanitaria que les permitía estar en México mientras perdían asilo en Estados Unidos, compartió la familia al medio salvadoreño.
La familia después viajó a Tamaulipas para tramitar el asilo en Estados Unidos. Después de no recibir respuesta del gobierno de Donald Trump, los dos jóvenes y su hija cruzaron el río el domingo pasado. Sus cuerpos fueron encontrados a la orilla del cauce.
La tragedia ocurrió la tarde del domingo en la ciudad de Matamoros, en el nororiental estado mexicano de Tamaulipas, cuando intentaban cruzar el río Bravo, que divide México y Estados Unidos.
Romper un sueño
El gobierno de El Salvador ya coordina con México la repatriación del padre y su hija, informó este martes la canciller del país centroamericano, Alexandra Hill.
“El presidente Nayib Bukele me ha encargado que personalmente esté paso a paso apoyando a estas familias que perdieron a sus seres queridos por el drama de la migración irregular”, dijo Hill en conferencia de prensa.
La canciller señaló que el gobierno mexicano está colaborando en todo lo posible para repatriar los cuerpos de las víctimas, sin precisar la fecha en la que podrían llegar a El Salvador.
La funcionaria detalló que el gobierno salvadoreño asumirá todos los costos para darles el mejor servicio y aprovechó la conferencia para pedir a los salvadoreños que no se expongan a los peligros de la migración irregular.
“Les imploro a todas las familias que no se arriesguen y que no le crean a esas personas que les dicen que los van a llevar al norte (Estados Unidos) y que van a estar salvos. Estas personas abandonan, engañan, extorsionan, no les importa la vida de los seres humanos”, aseguró la jefa de la diplomacia salvadoreña.
Tania Vanessa Ávalos, esposa y madre de los fallecidos que logró ser rescatada, dijo a las autoridades mexicanas que el agua se llevó primero a la niña y fue su padre quien salió en su ayuda, pero ambos fueron llevados por la corriente del río y desaparecieron.
Integrantes de la Secretaría de Marina mexicana, de la Policía Estatal y personal de Bomberos, comenzaron la búsqueda de los cuerpos de manera inmediata y los localizaron este lunes 24 de junio.
Las autoridades de El Salvador coinciden en que las razones que motivan la migración irregular son la búsqueda de mejores condiciones de vida, la reunificación familiar y la violencia de las pandillas.
El programa mexicano que consiste en treinta millones de dólares que serán invertidos en la siembra tratará de evitar que se repitan estas tragedias, pero hasta ahora el flujo de personas continúa hacia el sueño americano.