Las malas decisiones de Trump pesarán en elecciones
Las acciones y discursos del representante de la Casa Blanca sobre la emergencia sanitaria podrían quitarle la confianza de los votantes a seis meses de la elección en la que busca reelegirse
Viviana BranDonald Trump, presidente de Estados Unidos, tiene prisa por retomar las actividades de su campaña de reelección, ya que cuenta con solo unos meses para conseguir el mayor número de votantes para las elecciones presidenciales, que se realizarán el 3 de noviembre de este año.
Mientras que los contagios de Covid-19 alcanzaron un millón 25 mil casos y la pandemia causó una contracción económica de 1.2 por ciento en el primer trimestre, el 4 de mayo el representante de la Casa Blanca retomó la carrera electoral al dar un discurso virtual en el National Mall, frente al monumento a Abraham Lincoln.
A pesar de sus intenciones, el objetivo de Trump de continuar en la silla presidencial está en juego, luego de las polémicas que ha protagonizado durante el periodo de aislamiento social. Algunas de sus acciones y declaraciones podrían actuar en su contra y en las próximas semanas restarle popularidad frente a su contendiente, el demócrata Joe Biden.
Las críticas hacia el gobierno del mandatario republicano comenzaron luego de que tardó más de un mes en implementar la cuarentena obligatoria, cuando el primer caso de coronavirus se registró el 21 de enero. Después, a mediados de marzo, declaró que el confinamiento se levantaría el 1 de abril, a 15 días de su implementación, con la finalidad de reactivar la economía a costa de la salud de los estadounidenses.
Aunque no se levantó la cuarentena por las más de cinco mil muertes contabilizadas hasta entonces, el 6 de marzo Trump declaró que Estados Unidos debía reabrir su economía de inmediato, aunque significara que más ciudadanos contrajeran el coronavirus.
Por el momento, los periodos de cuarentena en el país varían en cada uno de los estados. Virginia, Connecticut, Delaware y Vermont autorizaron lapsos de confinamiento más prolongados que se extienden del 15 de mayo hasta el 10 de junio.
La economista Elena Estavillo asegura que uno de los errores más graves de Trump fue minimizar el panorama que dejaba entrever el coronavirus. Al no tomar medidas adecuadas, los problemas se intensificaron al grado de que el sistema económico colapsó y el sector salud se vio superado al no poder atender a las miles de personas que dieron positivo al virus.
“Es una pena ver este tipo de acciones en un gobernante con tanto poder e influencia, la falta de interés que desde el principio mostró hacia la salud de las personas dejó claro que no es un buen ejemplo a seguir. Es probable que el día de las elecciones los individuos recuerden todo lo que dijo e hizo y cambien su voto”, opina la también directora de AEQUUM.
¿Error o acierto?
El 24 de abril durante una conferencia de prensa, Trump sugirió combatir al coronavirus con una inyección de desinfectante en el cuerpo humano. Luego de la declaración, expertos en salud y representantes de Lysol y Dettol manifestaron su preocupación tras considerar que los dichos del republicano fueron un atentado contra la vida de las personas.
De acuerdo con el Centro de Control de Envenenamientos de Nueva York, al día siguiente de las declaraciones del presidente, se registraron 30 casos de exposición a desinfectantes como Lysol, cloro y otros productos de limpieza.
La directora de AEQUUM comenta que el fenómeno que se originó tras la declaración sobre el desinfectante desencadenó dos reacciones. La primera es que una parte de la ciudadanía pudo dudar de su capacidad para gobernar y le retiró su voto. La segunda se refiere a la conexión que generó con los grupos que ingirieron los productos, lo cual demostró que la confianza hacia el presidente permanece inalterable.
En medio del debate, el empresario decidió mostrar un video de campaña que iba en contra de algunos medios de comunicación. El material es un montaje de la película Star Wars: Episode III Revenge of the Sith, donde el mandatario está sobre el cuerpo del maestro Yoda, decapitando a dos guardias de asalto con los nombres de las cadena CNN y MSNBC en sus cascos.
A esto se suma el descontento de diversos actores a nivel internacional después de que Estados Unidos congelara los fondos de entre 400 y 500 millones de dólares anuales que aportaba a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Daniel Garay Saldaña, licenciado en relaciones internacionales por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), asegura que las actitudes y acciones de Donald Trump se basan en buscar culpables para encontrar una salida a la crisis económica y sanitaria generada por una mala gestión.
“Puede ser que la estrategia que le funciona a Trump sea buscar culpables, como en el caso de la OMS o China, sobre todo ahora que la crisis se intensifica y muchos gobernadores comienzan a exigirle que reabra la economía, esta situación se vuelve más complicada al tomar en cuenta los 30 millones de estadounidenses que quedaron desempleados”, detalla el también profesor de la FES Aragón.
Panorama inesperado para Trump
Pese a que en las últimas semanas de confinamiento Trump actuó y tomó decisiones que afectaron la percepción de su imagen, lleva la ventaja en la contienda por la presidencia con 48 por ciento de la aprobación contra el 46 por ciento de Joe Biden, de acuerdo con un sondeo de RealClear Politics.
En 2016, la apuesta del presidente se centró en el crecimiento económico estadounidense, aunque la estrategia para este 2020 era mantener esta meta, los objetivos no podrán ser los mismos, ya que la economía se encuentra en su peor momento desde la crisis financiera de 2008.
“Si Donald Trump quiere recuperar la confianza de los votantes y de alguna manera revertir los efectos de sus acciones durante la cuarentena, debe tener un discurso diferente al habitual, en donde demuestre que frente al virus actuó como un líder. Además, tiene que dejar de enfrentarse con todo el mundo, no le conviene que sus aliados también se conviertan en enemigos”, argumenta el catedrático.