El mundo es cada vez “menos eurocéntrico”, afirmó ayer Francisco en un discurso frente al Parlamento Europeo.
El primer Papa no europeo en casi mil 300 años dijo que Europa parece “un poco envejecida y reducida”, pues hoy se le contempla con distancia y desconfianza.
Para cambiar esta imagen, el Pontífice aconsejó a los líderes de la Unión Europea que no vean a los ciudadanos como “sujetos económicos”, sino como personas dotadas de dignidad.
Precisó que es necesario elaborar una política inmigratoria unificada para que el Mar Mediterráneo no se convierta “en un vasto cementerio” y los exhortó a crear empleos.
También les pidió un mayor compromiso en defensa de la libertad religiosa.
Crisis de esperanza
“Ha llegado la hora de construir juntos la Europa que no gire en torno a la economía, sino a la sacralidad de la persona humana”, exclamó.
El argentino dijo que su intención fue transmitir un mensaje de esperanza a europeos desconfiados de sus instituciones, agobiados por la crisis económica y espiritualmente a la deriva. (Fuente: AP y Notimex)