Le dan ‘mate’ a Cristina

En su último tango, a Cristina Fernández le está tocando bailar con la más fea. 

La presidenta de Argentina vive la peor crisis de sus ocho años de mandato y de los 12 años que el kirchnerismo lleva en el poder. 

La misteriosa muerte del fiscal Alberto Nisman, la imputación en su contra por el caso del atentado contra la Asociación Mutualista Israelita Argentina (AMIA), los fondos buitre y el descontento social están pesando sobre Cristina. 

Pedro Pablo Cortés Pedro Pablo Cortés Publicado el
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de los argentinos consideran ‘creíble’ la denuncia contra Cristina en el caso de la AMIA
"Aprendí a aguantar todo acá en la Patagonia, con el frío, con la nieve, con el olvido"
Cristina FernándezPresidenta de Argentina
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En su último tango, a Cristina Fernández le está tocando bailar con la más fea. 

La presidenta de Argentina vive la peor crisis de sus ocho años de mandato y de los 12 años que el kirchnerismo lleva en el poder. 

La misteriosa muerte del fiscal Alberto Nisman, la imputación en su contra por el caso del atentado contra la Asociación Mutualista Israelita Argentina (AMIA), los fondos buitre y el descontento social están pesando sobre Cristina. 

Previo a las elecciones presidenciales del 2015, Fernández de Kirchner quería terminar su mandato con tranquilidad, evadir los escándalos e incluso consolidarse como una de las políticas más trascendentes de Argentina. 

En su lugar, la muerte y denuncia de Nisman la dejó con un nivel de aprobación de apenas 29 por ciento, según un sondeo de la consultora González y Valladares y la firma iSurveyX.  

“(La presidenta) no esconde su deseo de pasar a la Historia como ‘la Evita del siglo XXI’”, publicó ayer El Mundo. 

“Las comparaciones son odiosas, pero Argentina vive días de zozobra política como no sucedía desde la crisis de diciembre de 2001, cuando por la Casa Rosada desfilaron cinco presidentes en menos de 15 días”. 

El caso Nisman

Ninguna polémica ha golpeado con tanta fuerza a la presidenta como el caso del fiscal Alberto Nisman.

Las autoridades hallaron el cuerpo del jurista en su departamento junto a una pistola el pasado 18 de enero, apenas unos días después de acusar a Cristina de encubrir la culpabilidad de Irán en el atentado de la AMIA de 1994.

Aunque al principio la hipótesis oficial se centró en un suicidio, un informe forense que se reveló ayer sugiere que la trayectoria que siguió la bala confirmaría la intervención de un tercero. 

Ante las protestas ciudadanas que exigen al Gobierno esclarecer el caso, Fernández asegura que espías rebeldes fabricaron la denuncia y el deceso de Nisman para desestabilizar al kirchnerismo.

Incluso, la prensa argentina asevera que hay un sector al interior del Poder Judicial que pugna con fuerza en contra de la jefa de Estado, por sospechar que ella contribuyó a la muerte de su compañero. 

Los expertos coinciden en que la credibilidad de la mandataria y de Argentina están en juego.

“Hay una demanda de que su muerte sea esclarecida porque es muy grave en términos de lo que implica para Argentina”, declaró ayer a Clarín Dina Siegel Vann, directora de Asuntos Latinoamericanos del Comité Judío Estadounidense.

“Puede ser considerada como un crimen de Estado si no se aclara. No se sabe si fue un suicidio o qué, pero se tiene que esclarecer porque el hecho de que permanezca la duda pone en entredicho el buen nombre y la reputación de la democracia argentina”.

El problema escaló la semana pasada, cuando el fiscal federal Gerardo Pollitica dio seguimiento a la denuncia de Nisman y pidió la imputación de la presidenta por el caso de la AMIA.

Ella resiste

A pesar de la controversia, la lideresa de la Casa Rosada ha desestimado la imputación en su contra. 

“Aprendí a aguantar todo acá en la Patagonia, con el frío, con la nieve, con el olvido”, manifestó el domingo. 

De hecho, expertos señalan que pasarían años antes de Cristina acuda a declarar ante un juzgado o enfrente un proceso formal en su contra. 

“Imputarle a una persona un hecho delictivo no quiere decir que esa persona haya cometido el hecho. Es simplemente aceptar que se está preparando un pedido en el día de mañana y si existen suficientes pruebas que lo justifiquen, del procesamiento de esa persona”, explicó a BBC Mundo el abogado Gregorio Badeni. 

Imputada ¿y en peligro?

Es probable que la presidenta no llegue a comparecer ante un juez. Aquí las claves de la imputación

> El fiscal federal Gerardo Pollitica dio seguimiento a la denuncia de Alberto Nisman y pidió la imputación de Cristina Fernández por el caso de la AMIA.

> Antes de morir, Nisman acusó a Cristina de encubrir la culpabilidad de Irán en el atentado. 

> El juez encargado del caso, Daniel Rafecas, aún no admite la denuncia.

> La imputación no significa que Cristina haya cometido un delito, sino que simplemente se abrirá una investigación para conocer si participó o no en el hecho. 

> Si el juez cree que hay pruebas suficientes, la puede citar a declarar después, en calidad de procesada. 

> Pero la presidenta, al ser servidora pública, puede mandar su declaración por escrito y no puede recibir sentencia. 

> Para que Cristina recibiera una condena, se necesitaría someterla a un juicio político para separarla del cargo.  

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