Desde que abandonaron la Casa Blanca a inicios de 2020, la familia Trump no ha dejado de destacar en los medios internacionales, sobre todo en las últimas horas, después de que la fiscal general de Nueva York, Letitia James, los citó a declarar.
El pasado lunes, James informó que esperaba en su oficina a Donald Jr. e Ivanka, los hijos mayores del expresidente Donald Trump, para escuchar sus testimonios en torno a la Organización Trump, la cual la demócrata ha investigado desde 2019.
Según Letitia, el conglomerado de los magnates ha protagonizado un fraude fiscal al sobrevalorar algunas propiedades a fin de solicitar préstamos bancarios, para luego reportar valores mucho menores al momento de pagar sus respectivos impuestos.
Hasta el cierre de esta edición, ninguno de los hijos mayores del exmandatario se manifestó sobre la investigación que la fiscal está llevando a cabo, ni tampoco sobre su posible asistencia a sus oficinas. Sin embargo, medios locales aseguran que harán todo lo posible para deslindarse de ese encuentro personal, así como ya lo ha hecho su padre, quien en diciembre pasado demandó a James ante un tribunal federal “por acosar, intimidar y tomar represalias contra un ciudadano particular al que considera un oponente político”.
Al respecto, desde sus redes sociales, la fiscal neoyorquina dejó en claro que, a pesar de las acciones de los Trump para evitar ser entrevistados bajo juramento, ella no detendrá su indagación “porque nadie está por encima de la ley”.
Donald Trump, Donald Trump Jr., and Ivanka Trump are trying to stop my office from interviewing them under oath as part of our investigation into the Trump Organization and Mr. Trump.
Over two years of delay tactics won’t stop our investigation because no one is above the law.
— NY AG James (@NewYorkStateAG) January 3, 2022
Pero independientemente de que Donald Trump y sus descendientes acudan o no a declarar, es su imagen la que está en juego, pues con la investigación de la fiscal no sólo se perjudicará su posición social, sino también política, según comenta Arlene Ramírez Uresti, doctora en Relaciones Internacionales y académica del Tecnológico de Monterrey.
“De entrada, (la indagación de Letitia James) es una estrategia para no solamente impedirles la llegada como familia a la Casa Blanca en el próximo periodo presidencial, sino para afectarlos lo suficiente en su imagen política.
“Empresarialmente es un golpe bastante fuerte, porque de comprobarse las acusaciones en su contra y de tener que presentarse a comparecer, tendrán que abrirse muchas operaciones que se dieron no sólo durante la presidencia de Trump, sino antes de ella”, menciona la doctora.
Previo a la citación emitida hacia Donald Jr. e Ivanka Trump, su hermano menor Eric había sido el único miembro de la exfamilia presidencial en acudir a las oficinas de James, para después entrevistar a Allen Weisselberg, exdirector financiero de la Organización Trump, señalado de cometer cerca de 15 delitos de fraude y evasión fiscal, a los cuales se declaró no culpable.
EXCL: Donald Trump’s flagship Turnberry resort has severed ties with Allen Weisselberg, the Trump Org’s veteran CFO, who has been charged with tax fraud in the US. Weisselberg is no longer listed as a “person with significant control” of the firm. https://t.co/DXARhSDoDL
— Martyn McLaughlin (@MartynMcL) October 28, 2021
La oportunidad de los magnates
Al estar bajo la mira de Letitia James, sin duda los Trump y sus respectivos defensores legales intentarán a toda costa deslindarse de los señalamientos contra la organización que representan, ante lo cual tienen altas posibilidades de salir librados, siempre y cuando se apoyen de los candados que existen en Estados Unidos para proteger las finanzas de las empresas, así como de las regulaciones que favorecen el manejo del capital contable de las compañías.
En entrevista, la doctora Ramírez Uresti explica que, a diferencia de otros países, en la Unión Americana se puede mostrar el capital de una empresa de manera segmentada, lo cual podría terminar favoreciendo a los magnates si justifican sus movimientos y la diversificación de su conglomeración.
“Es una de las estrategias que han estado manejando los corporativos de la familia Trump desde hace años (…) Varias veces se les ha intentado acusar de monopolio; sin embargo, la ley antimonopolio (en Estados Unidos) contempla la diversificación de capital, brindándoles una tasa de pago de impuestos completamente diferente, de tal forma que el capital contable de la empresa no se cuantifica en su totalidad, sino segmentada por industria”, dice.
Además, podrían respaldarse legalmente con el hecho de que han creado un gran número de empleos a través de las empresas que están dentro de su corporativo.
A pesar de esto, si aun así se logra llevar a los Trump a juicio, entonces tendrían que demostrar no sólo que han operado su organización de manera diversificada en los últimos seis años, sino desde la formación de la misma, argumentando entonces cómo han pagado sus impuestos, así como de dónde se ha fondeado esa diversificación.
En caso de llegar a ese punto, el juicio se alargaría incluso por años porque, además, es bien sabido que muchas de las empresas del expresidente tienen capital del extranjero, lo cual complicaría el alegato legal.
Así también, se extendería porque no sólo Letitia James está sobre los Trump y su compañía, sino también Alvin Bragg, el nuevo fiscal de Manhattan, quien asegura que la Organización Trump falsificó el valor de algunas propiedades para tener acceso a potenciales prestamistas y evadió impuestos.
Los beneficios de la fiscal Letitia James
Debido a las indagaciones contra Donald Trump que la fiscal general de Nueva York, Letitia James, ha encabezado desde 2019, su figura política ha resaltado en todo Estados Unidos, dándole incluso una oportunidad de crecimiento profesional si llega a enjuiciar al expresidente.
Arlene Ramírez, doctora en Relaciones Internacionales, asegura al respecto que sin duda el capital político de James aumentaría si su investigación logra avanzar, ayudándola a conseguir una de sus más grandes aspiraciones: ser la gobernadora de su estado.
“Creo que enfrentar a Donald Trump bajo cualquier de sus frentes es un golpe muy fuerte a su facción política, y a su vez debilita a un grupo que sigue latente, el trumpismo”, apunta.