El maquinista del tren Ave que descarriló en Santiago, España, Francisco José Garzón, quedó este domingo en libertad con cargos tras testificar durante dos horas ante el juez por el accidente ferroviario más grave registrado en España en décadas.
Hasta ayer sumaban 79 personas fallecidas y más de 20 permanecen graves en hospitales.
El conductor tiene prohibido salir de España y deberá comparecer semanalmente. El castigo incluye la imposibilidad para conducir ferrocarriles, según informó El País en su portal de Internet.
Ayer Garzón admitió su responsabilidad en el siniestro. Reconoció que entró a 190 kilómetros por hora en la curva, un tramo limitado a 80, por “un despiste” y que esa fue la razón del descarrilamiento.
El fiscal del caso, Antonio Roma, evitó pedir cárcel y dictó medidas cautelares. El Tribunal Superior de Justicia de Galicia informó que el maquinista carga con “79 delitos de homicidio y una pluralidad de delitos de lesiones, todo ellos cometidos por imprudencia profesional”.
A su llegada al edificio judicial, los agentes formaron un cordón para mantener a la prensa alejada.