La organización Human Rights Watch (HRW) exhortó al gobierno estadounidense que prohiba que los estados consideren la posesión de condones como evidencia para formular cargos de prostitución.
Esto porque debilita los esfuerzos de prevención del virus de inmunodeficiencia humana y pone en riesgo a los trabajadores sexuales inmigrantes.
Al presentar el informe “Trabajadores sexuales en riesgo”, su autora Megan McLemore dijo que las policías de Nueva York, LA, Washington y San Francisco rutinariamente le decomisan preservativos a trabajadores sexuales y mujeres transgénero, debilitando las campañas de distribución de condones en esas ciudades.
Aunque la policía de Washington ha dicho que usa los condones sólo como evidencia complementaria, McLemore indicó que esa política debilita los esfuerzos de prevención.
“Los condones no deben ser considerados como evidencia nunca porque los perjuicios de hacerlo sobrepasan el beneficio que se obtenga en un juicio individual”, indicó.
Andrea Ritchie, abogada especializada en abuso policial en Nueva York, dijo que la evidencia para demostrar ante tribunales el ejercicio de la prostitución debe ser una investigación adecuada que pruebe que hubo una transferencia de dinero.
McLemore señaló que el uso de condones como evidencia afecta de manera especial a los inmigrantes que se desempeñan como trabajadores sexuales.
“Aún si tienes los documentos para vivir en Estados Unidos puedes ser deportado por prostitución, así que los trabajadores sexuales que son inmigrantes tienden a evitar cualquier contacto con la policía”.
Bamby Salcedo, directiva de Coalición Translatina, agrupación de mujeres latinas transgénero, explicó a la AP que esta comunidad tiene oportunidades laborales muy limitadas debido a los escasos niveles de educación que poseen.
La tendencia es aún más aguda entre las inmigrantes recientes que son transgénero porque en muchas ocasiones “huyen de violaciones y abusos en sus países, llegan aquí y se encuentran con la barrera del lenguaje y falta de oportunidades laborales, y eso contribuye a que esas latinas trans recurran al trabajo sexual”, señaló.
Salcedo llamó a las familias latinas a aceptar a sus integrantes transgénero, porque el rechazo familiar es muchas veces el primer paso de una sucesión de eventos que incluye prostitución, drogas y encarcelamiento. “Nuestras familias deben entender que existimos, que somos parte de la sociedad y que necesitamos a nuestras familias”, dijo.
HRW difundió su documento días antes de que 20 mil delegados internacionales asistan a la 19na Conferencia Internacional sobre Sida que se celebrará en Washington la semana próxima.