Estados Unidos pide seguridad
El lunes 21 de julio, Rick Perry, anunció el envío de hasta mil efectivos de la Guardia Nacional a la frontera con México para sellar la zona.
Esa fue la opción del gobernador de Texas para enfrentar el incremento en la inmigración ilegal de menores y familias.
Durante el anuncio, Perry dejó claro que su decisión se basaba en la poca acción por parte del Gobierno Federal de EU sobre ese tema, por lo que el estado de Texas tenía que llenar ese vacío.
“Texas tiene la responsabilidad de actuar luego de las palabras vacías del Gobierno Federal”, dijo Perry.
Mientras que la administración de Barack Obama concentra los esfuerzos de aprehensión y de ayuda al problema de los niños migrantes, los delincuentes que cruzan ilegalmente siguen planteando una amenaza, agregó.
De acuerdo a cifras del gobierno estadounidense, las detenciones de menores no acompañados crecieron en 106 por ciento en la frontera entre octubre de 2013 y finales de junio de este año.
La declaración de Perry no tardó en generar respuestas, incluso, dentro de su propio país.
La organización Demócratas México Americanos (MAD) envío un comunicado en el que condenaron “de manera enérgica” la orden del gobernador de militarizar más la frontera texana.
Roberto Alonzo, líder de esa agrupación política, señaló a Univisión que Perry se equivoca una vez más al dar una respuesta militar a un problema meramente económico y humanitario, como es el migratorio.
“No podemos enviar a nuestras tropas a perseguir y detener a niños y mujeres que se internan en nuestro país huyendo de la violencia y pobreza que priva en la convulsionada región de Centroamérica”, acusó.
México pide diálogo
Ayer, el gobierno mexicano expresó su preocupación por la decisión del estado de Texas de enviar mil efectivos de la Guardia Nacional a la frontera.
“El fenómeno migratorio debe observarse desde una perspectiva regional de largo plazo y basada en los principios de buena vecindad y responsabilidad compartida”, señaló la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en un comunicado.
La atención del fenómeno migratorio debe observarse desde una perspectiva regional de largo plazo y basada en los principios de buena vecindad y responsabilidad compartida adoptados por el gobierno de Estados Unidos, indicó la cancillería.
“México reitera que la estrategia para responder de manera efectiva y humana a este fenómeno implica la necesaria corresponsabilidad entre países de origen, tránsito y destino de flujos migratorios”.
La SRE reafirmó su postura para proteger los derechos humanos de los migrantes, sin importar el estatus de su condición migratoria.
“México ha optado por una estrategia integral que privilegia el diálogo y la cooperación. El gobierno de México trabaja con los países de Centroamérica para mejorar las condiciones de mediano y largo plazo que contribuyan al desarrollo de esa región y potenciar su prosperidad”, apuntó la dependencia en el comunicado.
El PRD no se quedó fuera de la discusión.
De acuerdo a La Jornada, en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión el partido del sol azteca rechazó y expresó su preocupación ante la movilización de la Guardia Nacional y la Guardia estatal de Texas en la frontera con México.
En un punto de acuerdo, solicitaron a la SRE que reitere a las autoridades federales y estatales de Estados Unidos.