Los latinos que reconstruyen ciudades
Dos décadas después de que el huracán Andrew golpease sin aviso y la dejase en ruinas, Homestead es hoy una pujante comunidad dos veces más grande que la de entonces, en buena medida gracias al impresionante influjo de hispanos.
Hacia 1990, Homestead tenía una población de 26 mil personas. Pese a que 9 mil personas escaparon después de Andrew, en el 2010 la población de la ciudad era de 60 mil 500 personas.
Y el 62.9 por ciento- unas 38 mil personas- se identificó como hispana, comparado con el 35.2 por ciento previo a la llegada de Andrew.
APDos décadas después de que el huracán Andrew golpease sin aviso y la dejase en ruinas, Homestead es hoy una pujante comunidad dos veces más grande que la de entonces, en buena medida gracias al impresionante influjo de hispanos.
Hacia 1990, Homestead tenía una población de 26 mil personas. Pese a que 9 mil personas escaparon después de Andrew, en el 2010 la población de la ciudad era de 60 mil 500 personas.
Y el 62.9 por ciento- unas 38 mil personas- se identificó como hispana, comparado con el 35.2 por ciento previo a la llegada de Andrew.
Mexicanos y cubanos son los más numerosos, con más de 9 mil residentes de cada una de esas nacionalidades. Les siguen los puertorriqueños con poco más de 5 mil.
El crecimiento es notable si se toma en cuenta que esta comunidad quedó destruida por el paso de Andrew a fines de agosto de 1992, cuando el temporal tomó por sorpresa al sur de la Florida, una zona donde no había habido huracanes por un cuarto de siglo.
El alcalde Steven Bateman dice que la ciudad está hoy mucho mejor preparada para resistir un huracán y que el temporal pasó a la historia.
“Duplicamos nuestro tamaño, estamos sobreviviendo a la desaceleración de la economía, manifestó Bateman, “Estamos progresando”.
Cuando Andrew tocó tierra el 24 de agosto de 1992, destruyó el 80 por ciento de las viviendas de Homestead, los daños fueron calculados en 30 mil millones de dólares. Fuente: AP.
Fotografía de NOAA.