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Los responsables del ‘apagón’

Independientemente de lo que suceda las últimas horas de este lunes, fecha límite para aprobar el presupuesto federal, desde hace unos días el gobierno de Estados Unidos se acercó peligrosamente a una parálisis de actividades.

Demócratas y republicanos, en lugar de evitar el “apagón” gubernamental, dedicaron el pasado fin de semana a jugar a la “papa caliente”, al repartir  culpas sobre quién es el verdadero responsable de tener a la actual administración en incertidumbre.

La principal fuente de discrepancia entre republicanos y demócratas es el programa de salud universal propuesto por Barack Obama

Independientemente de lo que suceda las últimas horas de este lunes, fecha límite para aprobar el presupuesto federal, desde hace unos días el gobierno de Estados Unidos se acercó peligrosamente a una parálisis de actividades.

Demócratas y republicanos, en lugar de evitar el “apagón” gubernamental, dedicaron el pasado fin de semana a jugar a la “papa caliente”, al repartir  culpas sobre quién es el verdadero responsable de tener a la actual administración en incertidumbre.

Hasta la tarde de ayer, el Senado –dominado por liberales– rechazó una propuesta de ley enviada desde la Cámara de Representantes –controlada por republicanos– lo que indica que el peor escenario es inminente.

La Cámara Alta emitió 54 votos a favor y 46 en contra para eliminar el proyecto temporal que postergaría un año la implementación de la ley de gastos médicos promovida por el presidente Barack Obama desde 2010, popular –y peyorativamente–, conocido como “Obamacare”.

Y es precisamente el Obamacare uno de los puntos principales que mantienen en desacuerdo al poder Legislativo y al Ejecutivo.

El GOP –Grand Old Party, como también se le conoce al partido Republicano– pretende cercenar la propuesta de salud de Obama, mientras que el mandatario y sus aliados demócratas, y algunos republicanos, se niegan a que este sufra algún cambio o que su firma sea postergada. 

De amanecer hoy sin un acuerdo entre ambas facciones políticas, 800 mil trabajadores federales estarían laborando de manera obligatoria sin goce de sueldo. Lo anterior afecta a sectores sensibles como la seguridad fronteriza y el control del tráfico aéreo.

El último “apagón” gubernamental se remonta a 1996, duró 21 días y fue ocasionado por una discrepancia presupuestal entre el Congreso y el entonces presidente demócrata Bill Clinton.

¿Quiénes son los culpables de este nuevo episodio de crisis política en el gobierno de Estados Unidos?

Los culpables

Obama y su pandilla pro Obamacare

El Obamacare es el estandarte legislativo de la administración del mandatario Barack Obama. 

Es quien encabeza la campaña a favor del programa de salud asequible y las distintas políticas.

Junto a él están otros demócratas, como la representante por el estado de California Nancy Pelosi y el congresista por Maryland Steny Hoyer.

De acuerdo a Tom Cohen, Colly Yan y Martina Stewart de CNN, Pelosi y Hoyer son los dos demócratas de más alto rango dentro de la Cámara que Obama tiene bajo la manga.

Su tarea ha sido de observar y esperar y, cuando se presente el momento crítico, entrarán en acción.

En el Senado está Harry Reid, representando al estado de Nevada. Reid fue el hombre a cargo de rebotar la propuesta alternativa republicana de cortar parte del Obamacare enviada a la Cámara Alta ayer por la tarde.

Si la Cámara de Representantes no acepta el presupuesto federal, este congresista será la voz que negocie con los republicanos.

Por último tenemos a Thomas Donohue, presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos.

Aunque Donohue no sea precisamente un defensor del Obamacare, sí está a favor de que los miembros del GOP eviten el “apagón” federal.

A pesar de que esta Cámara ha estado históricamente ligada con el partido Republicano y los grupos conservadores, ha tenido buenos acercamientos con la actual administración y con el Congreso.

Los anti-Obamacare

John Boehner es por mucho el hombre sobre cuyos hombros recae el peso de los republicanos en contra del programa de salud propuesto por Obama.

En su decisión está terminar con el “embargo” legislativo al Obamacare y evitar un posible parálisis.

Sin embargo, ha sufrido la presión de importantes voces conservadoras, especialmente el ala más derechista de su partido: el Tea Party.

El equipo de este representante del estado de Ohio envió al Senado la  alternativa que hubiera retrasado la firma del Obamacare, además cancelar el impuesto a los dispositivos médico, sin embargo, fue rechazada.

Por otro lado tenemos al senador texano Ted Cruz, quien la semana pasada llevó a cabo uno de los episodios de “filibusterismo” –táctica política para atrasar la votación de una ley mediante un discurso prolongado– más largos de la historia: habló por más de 20 horas.

Cruz es uno de los más fervientes congresistas anti-Obamacare y durante las últimas horas previas a la fecha final publicó en su cuenta de Twitter: “El Obamacare es una pesadilla y un choque de trenes, debemos #ApagarelObamacare, y no el gobierno”.

También está el senador por el estado de Florida de origen latino, Marco Rubio.

Rubio, uno de las caras jóvenes del partido Republicano y carta fuerte para las próximas elecciones presidenciales, ha alzado la voz en contra del Obamacare, tanto para atrasar su aprobación como para quitarle fondos.

Sin embargo, no tiene una posición intransigente y pudiera cambiar su postura en caso de que el gobierno entre en parálisis. ¿Dará alguno de estos personajes su brazo a torcer?

¿Qué pasará con el apagón?

Sabremos hasta las primeras horas de hoy qué ocurrirá con el gobierno estadounidense. No obstante, te presentamos qué sucedería en caso de que el peor escenario se presente: que el presupuesto federal no pase y el Estado entre en una parálisis.

Muchos negocios han preferido verle el lado positivo y han lanzado promociones en contra de la depresión “post shutdown”.

Restaurantes y bares ofrecen precios especiales en comida y bebidas para todos aquellos trabajadores gubernamentales que se queden temporalmente sin paga y con mucho tiempo libre. 

No obstante, a pesar de los cientos de miles de trabajadores que tendrán mayor tiempo de ocio, no podrán visitar los parques, zoológicos ni museos nacionales ante su inminente cierre.

En la capital Washington DC, por ejemplo, no habrá nadie que recoja las cerca de 500 toneladas de basura que se producen semanalmente, de acuerdo al diario The Washington Post.

No obstante, todos aquellos trabajadores que laboren en la oficina de correos, en la Defensa, en el Departamento de Seguridad Doméstica, en el control del tránsito aéreo y en las fronteras, continuarán con sus actividades, aunque sus cheques no llegarán a tiempo.

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