El peor escándalo político de los últimos años en China se resolvió en apenas ocho horas.
Gu Kailai, esposa del destituido líder chino Bo Xilai, enfrentó un juicio que para cualquier sistema judicial significaría tiempo récord, dadas las circunstancias y los delitos que le estaban imputando.
Kailai fue acusada de asesinar al empresario británico Neil Heywood, situación que le costaría a su esposo el puesto y las aspiraciones a ser parte del Comité Permanente del Politburó.
Durante el juicio, la acusada confesó haber envenenado a Heywood.
La resolución judicial se llevó a cabo bajo completo hermetismo y la información corrió gracias a versiones oficiales.
Tang Yigan, subdirector del tribunal, fue el encargado de dar los principales detalles del fugaz juicio.
De acuerdo con Yigan, la fiscalía indicó a la corte que Kailai envió a su ayudante, Zhang Xiaojun, para que llevara a Heywood de Beijing a Chonquing.
La acusada visitó al empresario al hotel donde se hospedaba. Juntos bebieron alcohol hasta que Heywood vomitó.
En el momento en que él le pidió agua, Gu Kailai le vertió cianuro en la boca, lo que le provocó la muerte, según informó el subdirector del tribunal.
Neil Heywood murió la noche del 14 de noviembre de 2011. Su cuerpo fue incinerado sin habérsele practicado ninguna autopsia.
Además, amigos y familiares del empresario británico negaron que él fuera un gran bebedor, según informó AP.
Kailai aprovechó que su esposo era secretario del Partido Comunista en Chonquing para usar a las autoridades a su favor.
Según la agencia estatal china Xinhua, agentes de la policía protegieron a Gu al no incluirla en la lista de personas a investigar por la muerte de Heywood.
Cuatro oficiales ya fueron enjuiciados el viernes pasado por evitar que Kailai fuera perseguida “por sus responsabilidades criminales”, informó el diario El País.
Y en la hoguera que se ha desatado en esta cacería de brujas, se le agrega Wang Lijun.
Wang, jefe de la policía en Chongquing, será juzgado esta semana por los mismos cargos que se les imputaron a los 4 oficiales, según informó el South China Morning Post.
Wang se refugió en el consulado de Estados Unidos alegando que huía de las amenazas que Bo Xilai le hizo después de sospechar que su esposa estaba implicada en el asesinato de Neil Heywood.
Más que un simple juicio
Los detalles del juicio pasan a segundo término cuando se revelan las disputas políticas que hay detrás. Medios internacionales especulan que solo es una cortina de humo para desviar la atención de los casos de corrupción que hay dentro del Partido Comunista Chino (PPCh) y de lo débil que se encuentran sus estructuras.
Se especula que el proceso judicial contra Gu Kailai fue una forma de sacar de la escena política a Bo Xilai, justo cuando se avecinan renovaciones en las altas esferas de gobierno.
La destitución de Xilai se dio a meses del cambio de miembros del Comité Permanente del Politburó, donde él venía pujando como fuerte candidato a ganar un puesto.
De igual forma, el juicio se apuro a terminarse cuanto antes en lo que se dice, fue para evitar afectaciones al congreso del Partido Comunista.
El especialista en China Roderick MacFarquhar, en una entrevista para El País, dijo que algunos chinos creen que si Bo hubiera entrado en el Comité Permanente, habría desafiado a Xi Jinping, quien suponen será el próximo presidente.
Dentro de China y en la opinión en general existen sospechas de que Bo y Gu fueron víctimas de la guerra política dentro del PPCh.
Xilai representaba una amenaza para el presidente Hu Jintao y para el primer ministor Wen Jiabao.
Bo encabezó la facción de extrema izquierda conservadora del Partido y buscaba la protección de los estratos sociales más bajos a través de medidas que le valieron el apoyo general y que algunos calificaron de populistas.
Aunado a su carisma y a sus políticas, el ser el hijo de uno de los caudillos del maoísmo lo posicionó en un privilegiado pedestal en la política. Sin embargo, Bo era la piedra en el zapato de los reformistas chinos, ala política a la que pertenecen el actual presidente y primer ministro.
La inclusión de Xilai en el Comité Permanente del Politburó hubiera significado una dura disputa de ideales políticos.
Los implicados
Bo Xilai
Desde su nacimiento, tenía el camino trazado para llegar a la política. Hijo de Bo Yibo, uno de los ocho líderes comunistas que marcharon con Mao Zedong, Bo era considerado uno de los “príncipes” de la política china. Los “príncipes” son todos aquellos hijos de los antiguos líderes que, gracias al nepotismo dentro del Partido Comunista, disfrutan de altos cargos en el gobierno y privilegiadas posiciones en las empresas.
Antes de su destitución, era la figura en ascenso de la política del país debido a su carácter, considerado por algunos como populista, y a su fama de ser un acérrimo combatiente de la corrupción.
Fue alcalde de la ciudad costera de Dalian, para después ser nombrado ministro de Comercio. En 2004 entró al Politburó del Partido Comunista en el municipio de Chongquing.
Fue destituido del Politburó tras los escándalos de su esposa.
Gu Kailai
Empresaria y abogada graduada de la Universidad de Pekín. Descrita como hija de la “aristocracia roja” del Partido Comunista Chino, es la segunda esposa de Bo Xilai y está acusada por el asesinato del empresario británico, Neil Heywood.
Su padre, el general Gu Jingsheng, fue encarcelado durante la Revolución Cultural en China, a pesar de haber ocupado cargos gubernamentales en los primeros años bajo el mandato del Partido Comunista.
Defendió casos en Estados Unidos, representando compañías del municipio de Dalian, donde Bo Xilai fue alcalde.
Se declaró culpable de haber envenenado a Heywood durante un juicio el pasado 9 de agosto.
Neil Heywood
Nacido en Kensington, Reino Unido, estudió relaciones internacionales en la Universidad de Warwick.
Casado con Wang Lulu, nativa de Dalian, Heywood llevaba más de una década viviendo en China.
Se encargaba principalmente de establecer vínculos entre compañías extranjeras y el gobierno chino a través de su consultora Heywood Boddington Associates.
A través de su empresa es como se relacionó con Gu Kailai. Cualquier empresa británica que quisiera entrar a Chongquing tenía que contratar los servicios legales de la firma de abogados de Kailai, quien cobraba enormes sumas de dinero como cuotas obligatorias.
Reuters reportó que, según investigaciones, Heywood le dijo a Gu que él tenía el poder para arruinar su carrera y la de su familia, basado en los conocimientos que el empresario sabía tras operar en conjunto.