Mientras que el presidente Mauricio Macri busca recobrar la confianza internacional en Argentina, los sindicalistas protagonizaron un paro masivo en protesta del ajuste económico presentado por el mandatario.
“¡Basta de ajustes!”, “¡Fuera el Fondo Monetario Internacional!”, manifestaban en la marcha convocada por la Central de los Trabajadores de Argentina (CTA), y a la que se sumaron numerosos sindicatos.
De acuerdo con la CTA, 500 mil personas acudieron a las calle para protestar en contra de la medias del presidente.
La manifestación, que comenzó ayer a las 12 hora local, se hizo presente en la Plaza de Mayo, donde se encuentra la sede del Ejecutivo, para celebrar el evento principal.
Más tarde, en el Puente Pueyrredón, la Agencia de la Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma informó que efectivos de la Prefectura Naval Argentina lanzaron gas en la cara de los trabajadores y trabajadoras en un momento en el que reinaba la calma durante su marcha.
“Una multitud se encuentra al pie del Puente Pueyrredón en el marco del Paro Nacional Activo de 36 horas contra los despidos, el ajuste y el hambre; contra el acuerdo con el FMI y en reclamo del trabajo, producción y soberanía”, informó la Agencia.
Agregó que el ajuste económico demuestra que la administración actual gobierna para las multinacionales y los grupos financieros, mientras da la espalda a las necesidades del pueblo y la clase trabajadora, que es la que genera la riqueza al país sudamericano.
¿Qué se busca con el ajuste económico?
Argentina busca un progreso en su economía tras el préstamo que el mandatario pidió en junio al Fondo Monetario Internacional (FMI), y por el cual obtuvo una ayuda de 50 mil millones de dólares con el fin de frenar la crisis cambiaria iniciada en mayo.
Luego de que se diera a conocer la decisión de Macri, sus opositores alzaron la voz y arremetieron contra él y, por lo tanto, contra su decisión. De acuerdo a medios locales, los manifestantes tienen miedo a que Argentina vuelvan a vivir la crisis económica en 2001, cuando la pobreza llegó al 54 por ciento.
De acuerdo con la agencia AP, el acuerdo con el FMI supone un fuerte ajuste de cinturón en un país con un tercio de la población viviendo la pobreza.
Por su parte, Macri intenta recobrar la confianza internacional en Argentina en un encuentro con inversores como Citi Bank, Goldman Sachs, HSBC, JP Morgan y Morgan Stanley.