A dos meses para que inicie el periodo de elecciones presidenciales en Brasil, el Partido de los Trabajadores (PT) nombró a Luiz Inácio Lula da Silva como su candidato. El exmandatario encabeza las encuestas a pesar de permanecer en la cárcel tras ser encontrado culpable de corrupción pasiva y lavado de dinero.
La ley electoral de Brasil prohíbe expresamente que condenados en segunda instancia, como es su situación, se postulen a cualquier cargo público, sin embargo, no estará oficialmente inhabilitado hasta que el Tribunal Superior Electoral se pronuncie sobre el caso, algo que ocurrirá a la mitad de agosto.
El expresidente se encuentra en prisión desde abril del presente año para cumplir una sentencia de 12 años por corrupción pasiva y lavado de dinero. El integrante del PT fue condenado por presuntamente recibir un departamento que le fue entregado por OAS, empresa constructura que es investigada en la Operación Lava Jato, uno de los casos de corrupción con más implicados en América Latina.
“La justicia no hace otra cosa que no sea perseguirlo, intentar inhabilitarlo, apartarlo de la discusión política, pero no hay política en Brasil sin hablar de Lula. Es la actitud más desafiante que hemos tenido contra un sistema podrido”, señaló Gleisi Hoffmann, presidenta del PT.
El partido todavía no ha anunciado quién será el sustituto de Lula en caso de que el expresidente sea impedido por la justicia electoral. Algunos sectores dentro del partido creen que su suplente podría ser el exalcalde de Sao Paulo Fernando Haddad.
Desde su celda en la ciudad de Curitiba, donde recibe visitas y envía cartas diariamente para evitar el aislamiento, Lula reafirmó su deseo de volver a ser presidente de Brasil.
“El emperador Pedro I creó el día de ‘Yo me quedo’. Yo voy a crear el día de ‘Yo vuelvo’, para que junto al pueblo podamos ser felices otra vez”, escribió en una carta que envió en julio a sus partidarios.
En esta misiva, el expresidente se comparó con el primer emperador de Brasil, quien declaró la independencia al negarse a regresar a Portugal y avisar que se quedaba en el país latinoamericano.
En el documento, el líder sindical y obrero denunció que las autoridades judiciales quieren vetar el derecho del pueblo brasileño para elegir libremente al próximo presidente.
¿Qué puede evitar su candidatura?
La candidatura del exmandatario brasileño puede ser evitada por la llamada Ley de Ficha Limpia. Esta norma hace inelegible a un político que haya sido condenado en dos instancias.
Se espera que el partido registre como candidato a Lula ante la Justicia Electoral el 15 de agosto, cuando el Ministerio Público pedirá la impugnación del registro.
La fecha límite para que el Tribunal Superior Electoral se pronuncie sobre este caso extraordinario es el 17 de septiembre. Dentro de ese plazo el PT también tiene la posibilidad de cambiar a Lula por otro candidato.
Sin embargo, el expresidente está tan seguro de su candidatura que el domingo pasado eligió como su vicepresidente y potencial sucesor al filósofo Fernando Haddad, exalcalde de Sao Paulo.
¿Es posible la campaña desde prisión?
La justicia de Brasil puede entorpecer la campaña de Lula. La jueza Carolina Lebbos, responsable de la ejecución de la pena del expresidente, negó todas las solicitudes para que el candidato de PT grabe vídeos, conceda entrevistas o salga de la cárcel para participar en eventos proselitistas.
Si la defensa del expresidente no consigue revertir esas decisiones en instancias superiores, el PT podrá hacer campaña a nombre de Lula, pero con imágenes de archivo o con nuevas declaraciones de él por escrito.
Además, la fiscal general Raquel Dodge anunció que el Ministerio Público Electoral pedirá el reembolso de recursos públicos usados en campaña por candidatos cuya elegibilidad es cuestionada de acuerdo con los parámetros de la Ley de Ficha Limpia.
¿Cómo puede continuar su campaña?
Lula podría viabilizar su candidatura si consigue que el tribunal tome la decisión de suspender su inelegibilidad bajo el argumento de que la condena en el caso Lava Jato fue ilegal.
Los abogados de Lula presentaron en junio un recurso en el Tribunal Supremo sosteniendo que ese proceso violó garantías constitucionales, como el derecho a una amplia defensa y el principio de tener un juez que ejerciera en la región.
Los litigantes afirman que Sergio Moro, juez en Curitiba, no pudo haber juzgado un caso en una sala en el estado de São Paulo.
Otros candidatos
Después de Lula, el candidato Jair Bolsonaro encabeza las preferencias con el 18 por ciento, seguido por el antiguo gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, con un 15 por ciento, la ecologista Marina Silva con el ocho y el laborista Ciro Gomes tiene el cuatro por ciento.