Desde el año pasado, la ciudad de Nueva York está atravesando la mayor crisis de indigentes a lo largo de su historia.
“Para los juegos de beisbol, el Yankee Stadium tiene capacidad para 50 mil 287 personas. Si todos los homeless que viven en la ciudad de Nueva York usaran el estadio para una reunión, algunos miles se quedarían de pie”, publicó The New Yorker el pasado octubre.
La cantidad ha llegado a cifras que no se veían siquiera desde la Gran Depresión. Para inicios del año pasado, había 236 albergues, 18 mil adultos de familia sin hogar y más de 21 mil niños vagabundos de los 8.3 millones de personas que viven en la Gran Manzana.
Con la entarada del nuevo alcalde, Bill de Blasio, la apuestas están en que aminore este problema que se agudizó con el transcurrir de los 12 años de la administración de Michael Bloomberg.
Lo más preocupante: la mayoría de los neoyorquinos no están conscientes de este problema.