En algunas partes de China, contar educación básica o menor significa tener menor riesgo de estar desempleado.
Pero si eres una persona graduada con un título universitario o posgrado, difícilmente encontrarás trabajo.
Lo anterior lo revelaron cifras publicadas por el diario estadounidense The New York Times en base a datos de encuestas de la Universidad de Economía y Finanzas de Chengdu.
Guangzhou, una de las provincias con mayor auge en la manufactura con al menos 15 millones de habitantes, puede explicar el por qué de esta dinámica que pudiera parecer contradictoria.
¿Por qué a mayor preparación educativa, menor paga y oportunidades de empleo, en contraste con las opciones disponibles con requisitos de educación más laxos?
El caso de Wang Zengsong, un ciudadano chino que se graduó desde hace más de tres años por la Universidad Comunitaria de Guangzhou, lo explica. Wang creció en una granja de arroz y se niega a aceptar un trabajo en alguna maquiladora como obrero, a pesar de que la paga de un trabajo de oficina sea tres veces menor.
“Nunca he considerado ni consideraré tener un empleo en una fábrica. ¿Qué sentido tiene estar sentado hora tras hora, haciendo un trabajo repetitivo?”, dijo para The New York Times.
Sin embargo, el destino de Wang es similar al de muchos chinos que terminan su educación superior.
Se estima que la tasa de desempleo en personas con algún título universitario o más ronda en el 16.4 por ciento.
En cambio, aquellos que cuentan con educación básica o menos presentan 4.2 por ciento.
La enorme demanda de mano de obra no calificada que requieren las industrias de ensamblaje, electrónica y autopartes, converge con la gran oferta laboral gracias a la expansión educativa de la última década en China.
“Hay un desajuste estructural, las empresas no encuentran mano de obra necesaria y, por otra parte, las universidades producen estudiantes que no quieren los trabajos disponibles”, argumentó Ye Zhihong, secretario general del Ministerio de Educación en China.