Los médicos del mundo pidieron a los países poner en el centro de las inversiones al sector salud y al cambio climático en las estrategias de recuperación de la pandemia de Covid-19.
A través de una carta, trabajadores de la salud de 90 organizaciones pidieron al Grupo de los 20 (G-20) priorizar inversiones en salud pública, aire limpio, agua limpia y un clima estable en las estrategias de recuperación del Covid-19.
“No se trata simplemente de salud, se trata de garantizar que los paquetes de recuperación que se implementen aborden los problemas climáticos con posibles grandes impactos en la salud humana y planetaria”, escribieron los médicos.
La realidad es que el cambio climático causa serias afectaciones en la salud de los humanos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que entre 2030 y 2050 este fenómeno causará cerca de 250 mil muertes por año como resultado de la malnutrición, el paludismo, la diarrea y el estrés calórico.
El costo daños para la salud que causará el cambio climático durante el mismo periodo, sin considerar, la agricultura y el saneamiento de aguas, será de entre dos mil y cuatro mil dólares, de acurdo con los cálculos de la agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Durante los últimos 30 años, el mundo se ha calentado 0.85 grados centígrados, mientras que la última década ha sido la más cálida desde 1850. Además, el nivel del mar está aumentando, los glaciares se están fundiendo y los regímenes de lluvias están cambiando.
“La contaminación debilita los pulmones, el corazón y otros órganos, y los gases de efecto invernadero son causantes de sequías, calor extremo, inundaciones, incendios forestales y otras perturbaciones potencialmente mortales”, declaran los médicos en la carta.
Efectos en la salud
Los efectos del cambio climático para la salud son innegables. Las temperaturas extremas del aire contribuyen directamente a los decesos por enfermedades cardiovasculares y respiratorias, sobre todo entre las personas de edad avanzada.
En tanto, las altas temperas, que provocan aumentos en los niveles de ozono y otros contaminantes, agravan las enfermedades del corazón y del sistema respiratorio, y como el calor también dispara los niveles de polen y otros alérgenos, aumentan los casos de asma entre las poblaciones.
Las condiciones del clima también influyen en la transmisión de enfermedades infeccionas que se contagian a través de agua sucia, insectos, caracoles y otros animales de sangre fría que suelen ser más resistentes a los cambios de clima y que además necesitan mucha menos energía para sobrevivir.
En este caso se encuentran los mosquitos, que son los causantes de enfermedades infecciosas que atacan a poblaciones vulnerables , que no cuentan con infraestructura sanitaria en sus comunidades, como ocurre con el dengue, la chikungunya o la malaria, por mencionar algunos.
Sin embargo, una de las más letales es el paludismo, cuya vida del mosquito trasmisor -del género Anopheles- causa la muerte de 600 mil personas en el mundo cada año, pero con una mayor tasa de decesos entre niños africanos menores a cinco años, de acuerdo con la OMS.
Para los médicos de las asaciones Global Climate and Health Alliance y Every Breath Matters, con esta pandemia los gobiernos tienen oportunidad para subsanar errores que permitan fortalecer los sistemas de salud y la atención de estas enfermedades, con el fin de evitar una nueva emergencia sanitaria.
“Una recuperación verdaderamente saludable no permitirá que la contaminación continúe nublando el aire que respiramos y el agua que bebemos. No permitirá el cambio climático sin cesar y la deforestación, lo que podría desencadenar nuevas amenazas para la salud de las poblaciones vulnerables”, dice la misiva.
Médicos piden Dinero contra las pandemias
Para los trabajadores de la salud es importante que las inversiones de las 20 economías más importantes del mundo se orienten para mitigar los niveles de contaminación y los niveles de gases de carbono, lo cual consideran ayudaría a que el mundo sea más resilente frente a futuras pandemias.
Incluso, las organizaciones firmantes consideran que la pandemia hubiese podido ser aminorada de forma parcial en el mundo si los países contaran con inversiones para preparar los servicios de salud pública y con una mejor administración ambiental.
“Es fundamental que los gobernantes escuchen e involucren en la elaboración de los planes de recuperación a médicos y científicos. Las decisiones de estímulos económicos deben tener en cuenta las evaluaciones médicas y científicas y cómo impactarán en la salud pública a corto y largo plazo”, enfatizan los médicos de las organizaciones firmantes de la misiva.