La inmigrante mexicana María Lourdes Sosa se declaro hoy culpable en una corte estatal del Condado de Montgomery, al norte de Houston, de contratar a un sicario para matar a su marido, el exboxeador y empresario puertorriqueño Ramón Rafael Sosa.
De acuerdo con las autoridades, Sosa aceptó este martes declararse culpable a cambio de una sentencia de 20 años de prisión por el delito de solicitación de homicidio, en vez de enfrentar la posibilidad de ser sentenciada a cadena perpetua.
Según la acusación, Sosa, de 42 años de edad, se encontraba el año pasado en medio de un disputado divorcio con su esposo, Ramón Sosa, propietario del gimnasio “Woodland Boxing and Fitness”, cuando concibió el plan de matarlo para quedarse con sus bienes.
Sosa reveló su plan a un conocido, quien alertó a las autoridades. “La persona se alarmó y puso en contacto”, dijo Matt Rodríguez, del Departamento del Sheriff del Condado de Montgomery.
El Departamento del Sheriff junto con agentes del Departamento de Seguridad Pública (DPS) de Texas, establecieron entonces una operación encubierta para detener a Sosa.
Un agente de DPS se hizo pasar por un asesino a sueldo y se reunió con Sosa en un estacionamiento el 20 de julio de 2015.
De acuerdo con la declaración jurada, el agente encubierto específicamente preguntó a María Sosa si ella quería que sólo “le diera una paliza”, y María Sosa le dijo: “No, lo quiero muerto. Él tiene un mejor uso para mi muerto”.
Sosa acordó pagar al agente encubierto dos mil dólares y darle también la camioneta de su marido después de que se hubiera realizado el asesinato.
El 22 de julio de 2015, el agente encubierto contactó Sosa para decirle que su marido había muerto y que necesitaba reunirse con ella otra vez antes de abandonar la ciudad.
Sosa se reunió con el agente encubierto en el mismo estacionamiento y presuntamente le pagó mil dólares adicionales por el asesinato. La declaración jurada del agente, señala que se le mostró a Sosa una foto recreada que representaba el asesinato de su marido, tras lo cual Sosa estrecho la mano del agente, sonrió y se fue en su vehículo.
Sosa fue detenida un día después y desde entonces ha permanecido en la cárcel del Condado de Montgomery.
Con información de Notimex