México, refugio de los perseguidos de Bolivia y Ecuador
El gobierno mexicano otorga asilo a políticos de Bolivia y Ecuador. México es un refugio en tiempos de protestas en América Latina gracias a sus leyes y acuerdos internacionales
Mariana RecamierMéxico poco a poco se convierte otra vez en el hogar de los perseguidos políticos de América Latina. En los últimos meses le dio refugio al expresidente Evo Morales y a siete personas ecuatorianas, entre ellos cuatro exasambleístas.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador retoma el pasado en el que protegió a personas que huían de conflictos armados y lo hace desde una postura de no intervención en las situaciones internas de las otras naciones.
La profesora de la Universidad La Salle agrega que los políticos de izquierda piden asilo al gobierno mexicano porque consideran que la presidencia de López Obrador se mantiene dentro de esta línea ideológica.
“El actual gobierno se considera de izquierda y propicia que las personas de esta ideología busquen refugio en México cuando están en peligro, sin embargo, una ley promulgada en 2011 propicia que el gobierno mexicano otorgue refugio sin mucha dificultad independientemente de la actual administración”.
La especialista se refiere a la Ley sobre refugiados, protección complementaria y asilo político publicada en el Diario Oficial de la Federación el 27 de enero de 2011.
Esta norma permite que las solicitudes de asilo para los políticos sean un proceso sencillo porque en su artículo 63 señala que en el caso de que el interesado no pueda presentar la solicitud por escrito en una sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores, puede hacerlo verbalmente.
“Lo más importante de la ley es el artículo 63 porque señala que la persona puede pedir el asilo político de manera física presencial o de manera verbal vía telefónica como lo hizo Evo Morales”, comenta Soto Castañeda.
Los procesos de asilo al expresidente boliviano y los políticos ecuatorianos fueron posibles gracias a esta ley y algunas convenciones internacionales que firmó México.
El ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador confirmó el jueves pasado que cuatro exlegisladores de la Revolución Ciudadana, el movimiento que agrupa a los simpatizantes del expresidente Rafael Correa, y los cónyuges de tres de ellos viajaron a México para ser protegidos por el gobierno.
Los asambleístas refugiados no tienen procesos judiciales abiertos a diferencia de otros exintegrantes del gobierno de Correa, pero permanecieron más de 86 días refugiados en la Embajada de México en Quito.
Los legisladores correístas Gabriela Rivadeneira, Soledad Buendía, Carlos Viteri, así como el Asambleísta alterno Luis Molina, ingresaron en calidad de protegidos a la sede diplomática el 14 de octubre pasado, un día después de que terminaran las protestas en Ecuador. Son los mismos políticos que ahora se encuentran en México.
En octubre, la Fiscalía General de Ecuador informó sobre las detenciones de otros funcionarios y exfuncionarios simpatizantes del movimiento de Correa, a los que acusa de haber estado detrás de actos vandálicos, saqueos y agresiones, con el objetivo de desestabilizar al gobierno del actual presidente Lenín Moreno.
Estas acusaciones se dieron durante las protestas lideradas por grupos indígenas y otros sectores de la sociedad inconformes con las medidas económicas de Moreno, entre ellas la la eliminación de los subsidios a los combustibles.
Por otra parte, el expresidente boliviano permaneció tres semanas en México como asilado político y ahora se encuentra refugiado en Argentina, en espera de las próximas elecciones presidenciales de Bolivia.
Morales pidió refugio en México después de anunciar su renuncia cuando las Fuerzas Armadas de Bolivia le sugirieron que dejara el gobierno para frenar las protestas que vivió el país tras las cuestionadas elecciones presidenciales del pasado 20 de octubre.
La Secretaría de la Defensa mexicana gastó casi dos millones de pesos para traer a México desde Bolivia al expresidente de ese país tras renunciar al cargo, de acuerdo con la respuesta a una solicitud de información a Transparencia.
Castañeda Soto añade que el gobierno mexicano también otorga asilo político porque firmó diversas convenciones internacionales sobre este tema, entre ellas las suscritas en La Habana, Montevideo y Caracas.
“Las convenciones propician que todas estas personas puedan venir a nuestro país sin ninguna dificultad. Además, México es miembro del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) desde 1983, eso favorece que cualquier tipo de persona, ya sea civil o político, puedan venir a nuestro país”.
Además, México tiene una tradición histórica de dar asilo político. El gobierno mexicano ha otorgado protección a León Trotsky y los refugiados españoles que llegaron durante el gobierno del expresidente Lázaro Cárdenas. El fenómeno se agudizó en la década de los ochenta cuando recibió refugiados argentinos, chilenos, uruguayos, colombianos y brasileños.