Migrantes africanos que protestaban afuera de la estación migratoria Siglo XXI en la ciudad chiapaneca de Tapachula fueron reprimidos por la Policía Federal y la Guardia Nacional el martes en la mañana. Esta situación solo es un síntoma de la crisis que aún se vive en la frontera sur de México.
En un video difundido por la organización Pueblo Sin Fronteras, se observa a un grupo de migrantes de origen africano arrinconados contra un autobús blanco por integrantes de las dos fuerzas armadas.
Los manifestantes bailan, levantan sus manos y gritan “nonviolence” frente a los uniformados que bloquean su paso: policías federales y hombres con escudos militares y brazaletes de la Guardia Nacional. En otro video, un policía y un migrante casi se enfrentan a puño limpio, pero otro agente contiene a su compañero.
La represión se convierte en un enfrentamiento. Algunas manifestantes lanzan botellas de agua y botes de basura hacia los uniformados y los integrantes de las fuerzas públicas emplean gas pimienta.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana menciona en una tarjeta informativa que el “incidente ocurrió cuando el grupo bloqueó el acceso a la estación, por lo que procedió a liberar las entradas, lo que provocó agresiones de parte de los migrantes”.
La nota agrega que en todo momento se actuó de acuerdo con los protocolos establecidos de contención de disturbios y en estricto respeto a los derechos humanos de los extranjeros.
El documento de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana también informa que el policía tercero José de Jesús “N” fue golpeado durante la trifulca, lo que provocó que cayera sobre las vallas metálicas de seguridad y resultara herido. El agente fue trasladado al hospital del ISSSTE en Tuxtla Gutiérrez para su valoración médica.
El policía no fue el único herido. Videos y fotos de Pueblo Sin Fronteras muestran mínimo a un migrante con sangre en la cabeza que fue llevado al hospital.
Además, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) condena las agresiones físicas y amenazas de policías federales contra José Torres, corresponsal del noticiario Así las Cosas de W Radio, y el periodista freelance Damián Sánchez.
La Comisión menciona en un comunicado que los dos periodistas fueron golpeados y pateados cerca de la estación migratoria Siglo XXI y abre queja de oficio para realizar las investigaciones correspondientes.
“Para esta Comisión Nacional, es prioritario que la Fiscalía General de la República (…) investigue de manera exhaustiva los hechos. Resulta especialmente grave que servidores públicos de una corporación creada, precisamente, para proporcionar seguridad ciudadana, agredan a comunicadores”, cita el documento.
Razones detrás de la protesta
Irineo Mujica, director de Pueblo Sin Fronteras, dice en entrevista que no es la primera protesta de los migrantes africanos. Estas personas llevan más de ocho días manifestándose afuera de la estación Siglo XXI porque el Instituto Nacional de Migración (INM) no les proporciona oficios de salida que les permitan continuar su camino hacia Estados Unidos o Canadá.
Además, los migrantes iniciaron un bloqueo a las instalaciones de la estación desde este lunes. Los manifestantes permiten entrar a Policía Federal y Guardia Nacional, pero no a los funcionarios del INM.
Antes de los últimos acuerdos entre el gobierno estadounidense y el mexicano, el instituto entregaba a los migrantes un documento al salir de la estación Siglo XXI que les permitía transitar por el país durante 20 días. Esto era aprovechado por las personas en situación de movilidad para llegar a la frontera norte.
No obstante, el INM no permite que los migrantes africanos salgan de Chiapas desde el 10 de julio. El director de Pueblo Sin Fronteras menciona que las personas de origen africano tienen tres opciones en la actualidad: pagar un documento costoso e irregular, salir de México por la frontera sur o quedarse en Tapachula.
Mujica denuncia que el INM cobra mil 500 dólares de “manera irregular” a los migrantes por un “salvoconducto” que les permite avanzar por el territorio nacional y llegar a la frontera norte, pero considera que el documento no garantiza que las autoridades migratorias los dejen llegar hasta Estados Unidos. Las personas que no pueden pagarlo se quedan en Tapachula o salen del país por la frontera sur.
Una de las personas africanas que participó en las protestas también dice que los funcionarios del INM piden a los migrantes mil 500 dólares para entregarles un documento que les permite avanzar por territorio mexicano.
La otra opción es la frontera sur de México, pero Mujica asegura que el gobierno de Guatemala no permite a los africanos quedarse en su territorio y ellos no tienen dinero para regresar a sus países de origen, entonces se quedan varados en Tapachula.
“No es posible para ellos regresar a los lugares de donde provienen porque tienen que pagar cientos y cientos de dólares. Quedan atrapados en la ciudad, donde no hay trabajo, y la mayoría duermen cerca de las oficinas de migración”, comparte el director de Pueblo Sin Fronteras.
En la ciudad chiapaneca, los migrantes duermen en plazas, parques y otros lugares públicos. Muchos sobreviven con dinero que les dan los habitantes o donativos de algunas organizaciones no gubernamentales.
“En Tapachula hay gente de todo el mundo, pero no hay fondos para enfrentar la problemática. Solo la población los ayuda con un peso o a veces las combis los dejan viajar más barato”, dice el director de la organización.
Además, los africanos se sienten discriminados por su color de piel. En una pancarta pegada afuera de la estación Siglo XXI se puede leer “abajo el racismo, no somos apátridas, tenemos nacionalidad”.
Migrantes africanos No aceptan ayuda
El INM ya compartió su postura. En un comunicado publicado el martes, el instituto dice que durante ocho días personas de África, Haití y de otras nacionalidades impidieron el funcionamiento normal de la estación migratoria Siglo XXI, donde se mantienen alojadas 900 personas, entre ellos menores de edad.
“Las personas extranjeras, quienes han bloqueado el acceso principal de la estación migratoria Siglo XXI, sin permitir la entrada al personal del INM, han provocado que la atención se vea interrumpida al interior del lugar, en los servicios de alimentación, limpieza, atención médica y asistencia consular”, cita el documento.
El texto agrega que durante las protestas la Guardia Nacional y la Policía Federal ayudaron a despejar la entrada de las instalaciones de la estación y permitieron la salida de autobuses con los extranjeros que solicitaron el retorno asistido.
El INM también asegura que los manifestantes rechazaron los trámites de regularización migratoria que les ofreció su personal.