El veterano de guerra de origen mexicano, Miguel Pérez Jr, perdió este jueves una batalla más en su intento por no ser deportado a México, país que abandonó hace más de tres décadas y por el cual no ha ido a la guerra, como sí lo ha hecho por Estados Unidos.
Los servicios de inmigración estadounidense negaron la solicitud de Pérez Jr, quien pidió la ciudadanía retroactiva al año 2001 cuando se enlistó en los servicios especiales del Ejército y fue enviado a pelear a Afganistán.
Pérez Jr cuenta con el apoyo de los legisladores demócratas de Illinois, los cuales presentaron una ley especial a su nombre en el Congreso, sin embargo, no fue suficiente para que el hombre de 39 años evitará, de una vez por todas, la deportación a México.
El hombre argumentó que tras regresar de Afganistán, se le diagnóstico desorden postraumático, por lo que recibe tratamiento especializado en los Estados Unidos, el cual no podría seguir recibiendo en México.
Una vez que fue puesto en libertad a finales de 2016, la Oficina de Inmigración y Aduanas transfirió al veterano a un centro de detención en Wisconsin y desde entonces lucha para no ser expulsado con rumbo a México.
A inicios de febrero pasado, Pérez Jr comenzó un huelga de hambre para protestar por su situación y llamar la atención de la opinión pública.
El mes pasado, el hombre declaró en entrevista para Chicago Tribune que la deportación significaría para él una muerte segura.
Otro motivo para que Pérez Jr busque a toda cosa quedarse en Estados Unidos son sus dos hijos, quienes son ciudadanos estadounidenses .
El sujeto ha dicho que se equivocó al pensar que se había convertido prácticamente en ciudadano de aquel país por el que arriesgó la vida.
Sin embargo, el veterano notó que estaba en un error cuando entregó un maletín lleno de cocaína a un agente encubierto, lo que lo mandó a prisión durante siete años.
Ahora, Pérez Jr ha quedado nuevamente expuesto a la posibilidad de ser deportado a un país que no visita desde 1987.