La película “Spotlight”, dirigida por Tom McCarthy y protagonizada por Mark Ruffalo, Michael Keaton y Rachel McAdams contó una historia sobre abusos sexuales que fueron encubiertos por altos mandos eclesiásticos en Boston, Estados Unidos.
El conjunto de la historia y actuaciones lograron que esa filmación ganara el Oscar a Mejor Película en el 2016. Lo más interesante de esa trama es que no salió de la cabeza de un talentoso escritor, es más bien la adaptación de un caso que ocurrió en la vida real, el cual tuvo como pieza clave al cardenal Bernard Law.
Law fue arzobispo de Boston durante 18 años, hasta que en el 2002 presentó su renuncia al cargo y dejó al descubierto uno de los escándalos sobre abusos sexuales a menores de edad, lo cual provocó una profunda crisis de credibilidad para la Iglesia.
Este miércoles 20 de diciembre, el Vaticano difundió un breve comunicado en el que informó que Bernard Law murió en un hospital de Roma, Italia. Tenía 86 años y padecía diabetes.
Nació el 4 de noviembre de 1931 en Coahuila, México, pero toda su vida la vivió en los Estados Unidos. En 1961 la diócesis de Natchez-Jackson, en Misisipi, lo ordenó como sacerdote.
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El paso más importante durante su carrera religiosa se dio gracias al Papa Juan Pablo II, quien en 1984 lo nombró arzobispo de Boston. Un años después obtuvo la orden de cardenal y se convirtió en una de las figuras religiosas más importantes de los Estados Unidos.
Los últimos años de su vida, después de renunciar al cargo en el 2002, los vivió en Italia.
Sin duda será recordado gracias a la película que llevó a la pantalla grande una investigación del equipo Spotlight, del diario Boston Globe, en la cual quedó al descubierto que los sacerdotes que abusaban sexualmente de menores de edad eran cambiados de parroquias.
Este encubrimiento ocurría siempre con la estricta supervisión de Bernard Law.
El descubrimiento de esta red de religiosos abusadores que no recibían castigo alguno fue uno de los momentos más graves para la Iglesia, ya que se revelaron más casos en los que la iglesia prefería encubrir a los culpables antes de preocuparse por las víctimas de sus abusos.
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