El gran opositor izquierdista del chavismo murió hoy, pero no sin antes dejar un legado crítico dentro del periodismo y la política. El venezolano Teodoro Petkoff falleció en Caracas sin ver a su país libre del régimen impuesto por Hugo Chávez y retomado por Nicolás Maduro.
“Fui una de las poquísimas personas de la izquierda venezolana que no se enceguecieron con Chávez. Era un tipo simpático y tratable, pero no me gustaban los trazos muy visible de autoritarismo desde antes de que fuera presidente”, dijo en entrevistas.
Petkoff hizo de todo en su vida para defender sus ideales contra el autoritarismo. Fue político, escritor, líder guerrillero, candidato presidencial, periodista y editor.
Era hijo de migrantes judíos y nació en El Batey, estado Zulia, en enero de 1932. Entró a la política durante la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez, época en la que formó parte de células clandestinas y se sumó al Partido Comunista de Venezuela.
El venezolano rebelde siempre estuvo inconforme y fue un gran crítico de la misma ideología en la que creía. Es por eso que se separó del frente político comunista para fundar Movimiento al Socialismo (MAS), un partido de izquierdas del que fue dos veces candidato presidencial en los años ochenta.
El escritor Gabriel García Márquez, amigo personal de Petkoff, donó todo el dinero del Premio Internacional de Literatura Rómulo Gallegos por su obra Cien Años de Soledad a la causa del partido recién fundado.
“No le tiene miedo al tiempo y eso es tal vez lo que mejor define su vida: le alcanzará para todo”, escribió García Márquez en 1983 para marcar la historia de su amigo.
En 1999, Petkoff renunció a MAS porque el partido decidió acompañar la primera candidatura de Chávez.
Luego fue funcionario. El exintegrante del Partido Comunista comenzó a ser visto como un referencia nacional en los noventa, cuando fue titular de Planificación durante el segundo mandato de Rafael Caldera. Sus buenos resultados como político dejaron huella en la memoria de los venezolanos.
Otros lo recuerdan con admiración por sus hazañas fuera de la política institucional. Fue protagonista de dos escapes de calabozos en los que estuvo recluido junto a otros políticos de izquierda en los sesenta.
“El preso político que no se fuga no es revolucionario”, sostenía en aquella época de lucha armada y de militancia en el Partido Comunista.
Una de sus huidas más recordadas es cuando escapó del Hospital Militar. Petkoff bebió medio litro de sangre y luego la vomitó para que lo trasladaran al hospital. Ahí cortó los barrotes con un serrucho y descendió siete pisos por la cornisa. Después saludó a unos policías antes de encontrarse con la libertad.
Periodismo, otra lucha
En el 2000, Petkoff fundó el periódico Tal Cual y se metió de lleno al periodismo y los debates de opinión. En este medio, el exguerrillero publicó artículos que lo convirtieron en uno de los críticos más duros de Hugo Chávez.
En 2015, Petkoff recibió el Premio Ortega y Gasset por su trayectoria periodística. No pudo asistir a la ceremonia porque tenía prohibido salir de Venezuela. La razón era que el político chavista Diosdado Cabello demandó a Tal Cual por replicar información de medios españoles que lo acusaban de dirigir una red de narcotráfico.
En medio de la crisis económica venezolana y la escasez de papel periódico -que monopoliza el Estado-, el periódico de Petkoff se volvió un semanario y luego un portal web.
El venezolano rebelde también fue autor de 12 libros vinculados al pensamiento político, la deconstrucción analítica del comunismo, el valor del cambio democrático y el devenir venezolano y latinoamericano actual.
Muerte
El político y periodista murió en Caracas a los 86 años después de retirarse el año pasado de su periódico por problemas de salud.
El director de Tal Cual, Xabier Coscojuela, confirmó el fallecimiento de Petkoff a través de su cuenta de Twitter.
Con mucho dolor y pesar tengo que anunciar que murió Teodoro Petkoff, en estos momentos solo puedo agradecer haber compartido estos años con él en TalCual y por la confianza que depositó en mi
— Xabier Coscojuela (@XabierCosco) October 31, 2018
