La Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH) denunció cinco muertes y decenas de heridos tras la ‘Operación Limpieza’ que ordenó el Gobierno de Nicaragua en cinco de sus ciudades.
Álvaro Leiva, secretario ejecutivo de ANPDH, aseguró que dos de las muertes se registraron en Diriá, donde las llamadas ‘fuerzas combinadas’ del Gobierno, integradas por policías, antimotines, parapoliciales y paramilitares, sacaron de sus casa a Almer Morales y a su hijo Allan Morales, para ejecutarlos.
Dos muertes más, aún sin identificar, se dieron en Masaya, donde se denunció que la policía y los parapolicías tomaron a la fuerza el centro hospitalario, negando la atención a las víctimas. En Masaya no existe un transporte humanitario para trasladar a los heridos a Managua.
La ANPDH denunció otra muerte más en el municipio de Catarina, al sureste de la capital nicaragüense. Aseguró que detectaron múltiples heridos de gravedad, entre los que sobresalieron una niña, herida en Catarina, al recibir un disparo en el abdomen, y un niño de 13 años en Masaya.
Leiva enunció que los integrantes de las fuerzas combinadas planean realizar una cacería casa por casa en busca de opositores del Gobierno para su detención.
Los opositores del presidente Ortega se manifiestan desde abril pasado, cuando el mandatario buscaba implementar una reforma de seguridad social. Ortega echó para atrás la reforma luego de que se detectara un caos social en su país. Sin embargo, las protestas no cesaron y ahora buscan que tanto el presidente como su esposa dimitan de sus cargos.