Al expresidente José Mujica admitió ayer que su plan de acoger a seis presos de Guantánamo no resultó como esperaba y culpó del fracaso a los refugiados y a una parte de los uruguayos.
Mujica, actualmente senador, también acusó a los refugiados de haber tenido una conducta “pésima” que hizo que otros países decidieran no recibir otros prisioneros y sostuvo que no volvería a traer detenidos de esa prisión estadounidense a su país.
“La conducta de la gente que salió es pésima. De una absoluta falta de solidaridad con los que estaban allá. Porque, si ellos hubieran cultivado otra imagen, hubieran facilitado que otros pudieran salir. Lo único que hicieron fue que tres o cuatro gobiernos de América Latina que estaban por tomar una medida parecida se retrajeran, ¿a quién perjudicaron?, a los otros presos de Guantánamo”, dijo Mujica al diario La República.
Mujica también criticó a los “uruguayos egoístas” que se quejaron de la asistencia que reciben los refugiados.
Seis expresos de Guantánamo —cuatro sirios, un tunecino y un palestino— llegaron a Uruguay en diciembre de 2014 en un gesto que Mujica definió como un acto humanitario. Sin embargo, cinco de ellos han reclamado públicamente mayor asistencia económica del gobierno uruguayo. Además, dos han sido acusados de violencia doméstica. (AP)