Ciudadanía europea para reconectar a los regios
Neoleoneses con ascendencia sefardí podrán obtener la nacionalidad portuguesa a través de la ley de reparación histórica. De esta forma, México se convierte en un ejemplo para que otros países latinoamericanos apoyen el trámite
Luz RangelNeoleoneses con ascendencia sefardí podrán obtener la nacionalidad portuguesa.
Hace más de 500 años, miles de personas judías sefardíes fueron expulsadas de la península ibérica por no convertirse al catolicismo. A partir de 1492, se refugiaron en diferentes sitios, entre estos el continente americano, y ahora su descendencia puede reconectar con sus raíces europeas.
Durante la época colonial, hacia 1570, llegaron a Nuevo León. En entrevista con Reporte Índigo, el genealogista por la Universidad de Boston, Víctor Castillo, explica que el Norte de México era atractivo por la distancia de la Ciudad de México y del Oficio de la Santa Inquisición.
“Monterrey tiene una historia muy particular: las familias que llegaron aquí venían huyendo de la persecución que habían experimentado. Muchos de ellos no eran judíos practicantes pero tenían el estatus de nuevo cristiano, un tipo de casta que se fue desarrollando desde el tiempo medieval y que también era una razón de discriminación”, menciona el experto.
Las familias sefardíes comenzaron a tener relaciones endogámicas, es decir, a partir de la ascendencia común. Así lograron conservar su cultura judía.
“Familias muy cercanas se casaban entre ellos mismos, esto lo sabemos por el amplio cuerpo de documentos que tenemos a partir de la iglesia católica y la Santa Inquisición”, dice el también licenciado en Estudios Judíos por la Universidad de Texas.
Este es el único requisito de los solicitantes a nivel mundial para reconectar con sus raíces, a pesar de que el marco legal fue pensado para reconocer la nacionalidad de la comunidad israelí.
Genealogistas y abogados se encargan de investigar la línea de ascendencia y documentarla para el trámite que dura cerca de 18 meses. La base de datos de México y la conservación de los archivos de Nuevo León facilita la comprobación de este vínculo.
“Con la asesoría correcta, cualquier persona de ascendencia sefardí puede completar el proceso legal requerido. Si alguien cree o tiene conocimiento de este tipo de linaje en su familia, puede empezar con una indagación genealógica inicial para analizar si hay potencial para continuar. A diferencia de lo que muchos piensan no es un proceso costoso ni fuera de alcance”, alienta el abogado Renato Martins.
Nueva oportunidad para conseguir nacionalidad
Tras vencer el plazo para solicitar la llamada “españolización”, los neoleoneses tienen una segunda oportunidad para obtener la ciudadanía europea.
La Ley de España 12/2015, que entró en vigor en octubre de 2015, permitía esta posibilidad a los descendientes de judíos sefardíes. Sin embargo, se trataba de un marco legal temporal, por lo que el plazo para formalizar la recepción de solicitud de concesión finalizó el 1 de octubre de 2019.
La Fundación Casa de España en México estimó que 17 mil personas de la Zona Metropolitana de Monterrey (ZMM) iniciaron el trámite, al considerar el número de individuos que presentaron la prueba de Conocimientos Constitucionales y Socioculturales de España (CCSE).
Pero la Secretaría General del Gobierno de Nuevo León, encabezada por Manuel González, demoró en el trámite de apostille, es decir, la certificación para autentificar documentos que serán usados en países extranjeros.
En Portugal, la Ley No. 1/2013 y el Decreto-Ley 30-A/2015 contemplan otorgar la nacionalidad portuguesa por naturalización a los descendientes de judíos sefardíes.
A diferencia de la regulación española, cuya vigencia desde su promulgación era de tres años con una prórroga de uno, no hay fecha de caducidad para aplicar. El tiempo no es una limitación y hasta ahora no se pretenden modificaciones o revocaciones.
“Como España, Portugal también tiene una ley en la que reconoce la ascendencia judía sefardí de muchos de los mexicanos que están en Nuevo León, por ejemplo, y que por una cuestión histórica se han quedado aquí pero que con el pasar del tiempo aún la conservan, comprobadamente”, comenta Martins.
La consultora internacional Martins Castro sostiene que 21 mil personas podrían acceder a la ciudadanía europea. Esta cifra es la de posibles descendientes de judíos sefardíes que residen en la capital neoleonesa.
“Yo particularmente creo que el número es aún mayor, más gente tiene el derecho”, dice el especialista.
Mexicanos con derechos europeos
Los expertos coinciden en que esta es una forma de recuperar la nacionalidad que le fue quitada a los judíos sefardíes que fueron perseguidos, pero otra de las motivaciones de los neoleoneses es ejercer los derechos fundamentales de la Unión Europea.
“El bloque económico europeo está constituido por 28 países y puedes vivir, estudiar y trabajar en todos como un nacional”, expresa Renato Martins.
El abogado titular de Martins Castro Consultoría Internacional destaca el beneficio económico al pagar estudios de posgrado o al contar con la seguridad social del sistema de salud de Europa. Además, ya no se requiere la visa para Estados Unidos.
Los ciudadanos tendrán doble nacionalidad, es decir, obtendrán la portuguesa sin perder la mexicana. No hay doble tributación, no pagarán impuestos a menos de que residan en Portugal.
“Estas personas conservarían su nacionalidad mexicana y complementarán nuevas oportunidades de vida gracias a los beneficios que ofrece un pasaporte europeo”, señala Martins.
Las ventajas incluso empiezan desde el trámite, pues a diferencia de la ley española, ésta no exige que el aplicante hable portugués ni que presente un examen de cultura. Tampoco requiere que el solicitante viaje a Portugal a firmar el acta ante notario, ya que le permite designar a un apoderado.
No obstante, la ley portuguesa no concede la ciudadanía a los hijos menores de edad que hayan nacido antes que el padre o la madre sefardí obtuviera el pasaporte europeo.
“Es una motivación para que muchos latinoamericanos accedan a la nacionalidad portuguesa porque en comparación con la gente que tiene el derecho, siguen siendo pocos (quienes realizan el trámite)”, afirma.