Tras el resultado de las elecciones del 26 de junio en España, la composición de las Cortes Generales, en donde ninguno de los partidos tendrá la mayoría, compromete la formación de gobierno.
Aunque el Partido Popular, de Mariano Rajoy se alzó victorioso, y mejoró sus números, aún no le alcanza para investir a su presidente, por lo que la negociación para evitar un nuevo fracaso democrático es la única alternativa.
Mientras tanto, el PSOE se sostiene como segunda fuerza política, aunque pierde escaños, y el emergente Podemos, en alianza con Izquierda Unida, pierde fuelle y se queda lejos de dar la sorpresa.
Con una izquierda fragmentada, una oposición que se niega a apoyar la continuidad de Rajoy al frente del gobierno y la polarización entre los líderes políticos, la negociación se antoja ríspida, con el riesgo de una nueva legislatura fallida.
Rajoy, presidente en funciones, es quien sale mejor parado tras los comicios del pasado domingo, su partido el PP logró 137 de los 350 escaños en el Congreso, mejorando sus cifras de 2015, cuando obtuvo 123, lo que lo confirma como la primera fuerza política.
El Partido Socialista, de Pedro Sánchez, único candidato que buscó la investidura en la legislatura pasada, rompió los sondeos que lo colocaban en tercera posición y se confirmó como segunda fuerza, aunque perdió 5 bancos en el Congreso, pasando de 90 a 85, su peor resultado histórico en cuanto a escaños.
La coalición de izquierdas Unidos Podemos no dio la pronosticada sorpresa, la alianza impulsada por Pablo Iglesias pese a la resistencia de la cúpula de Podemos fracasó en las urnas, pues la combinación entre las fuerzas perdió más de un millón de votos en relación a las últimas elecciones.
Unidos Podemos contará con 71 escaños, un fracaso en toda regla para las proyecciones que tenía Iglesias, sobre todo tomando en cuenta los sondeos previos al 26 de junio, donde se pronosticaba que la alianza de izquierdas desbancaría al PSOE como principal partido de oposición.
Lo único que permanece inamovible es la incertidumbre del futuro político de España, pues la fragmentación del Congreso augura una legislatura tensa, similar al escenario tras las elecciones en diciembre, donde las posturas se encuentran en extremos opuestos.
Las cortes de la XII legislatura deberán estar constituidas a partir del 19 de julio, y como manda la constitución, es atribución del Rey de España poner en marcha el proceso de investidura.
Felipe VI recibirá a los representantes designados por los grupos parlamentarios, y en función de la predisposición de los mismos, propondrá un candidato a través del Presidente del Congreso, el procedimiento parece simple, lo difícil será que exista el consenso para lograr la investidura.
Esta será la segunda ocasión en apenas 6 meses que el monarca español se encuentra en esta situación, tras el fallido intento de la legislatura pasada, con un escenario político similar, sin ningún partido que cuente con una mayoría clara.
El futuro en sus manos
El futuro político de España podría estar en manos de los líderes políticos de los principales partidos, quienes parecen condenados a entenderse, pues un nuevo fracaso legislativo sería un escenario que nadie desea, y que pondría aún más en entredicho todo el sistema político español.
Rajoy, presidente en funciones, fue el vencedor tras los últimos comicios, pues su partido el PP sigue siendo la fuerza política hegemónica, sin embargo, luce tan lejano de asumir un nuevo mandato en la presidencia como hace algunos meses.
Tras una reunión con el Comité Ejecutivo de su partido, posterior a las elecciones, Rajoy anunció que iniciarán cuanto antes una ronda de consultas con los otros partidos, con el objetivo de alcanzar el compromiso de que facilitarán la formación de gobierno.
El Partido Popular, aún lejos de la mayoría absoluta, es el único partido con posibilidades reales de lograr una mayoría para formar gobierno, aunque ni el PSOE, ni Podemos, estén por la labor de apoyar la investidura de Rajoy.
Otro de los escenarios que se ha planteado la cúpula del PP, es formar un gobierno de coalición jugo a Ciudadanos, el Partido Nacionalista Vasco y Nueva Canaria, con lo que lograrían la suma de 176 diputados, sin embargo, Albert Rivera, de Ciudadanos se ha pronunciado por no apoyar ningún gobierno con Mariano Rajoy.
El PSOE, de Pedro Sánchez, es el partido que podría tener en sus manos el futuro político español, pues sus diputados podrían inclinar la balanza en una hipotética alianza, ya sea con el PP o con Unidos Podemos, ambas opciones lucen complicadas, aunque no improbables.
En principio, la dirigencia del PSOE ha declarado que no van a facilitar una presidencia de Rajoy, ni se abstendrá en una hipotética investidura.
La alianza Unidos Podemos no obtuvo los resultados anhelados, pues esperaban colocarse por delante del PSOE y tener mejores posibilidades de cara a una negociación, aunque desde hace semanas Pablo Iglesias ha llamado a un pacto con el PSOE, aunque las posibilidades sean escasas o incluso, nulas.
La razón principal es que Pedro Sánchez ha sido muy crítico con la dirigencia de Podemos, principalmente contra Pablo Iglesias, a quien acusa de ser el artífice de que el PP haya mejorado sus resultados y siga en posición de gobernar, y haya bloqueado la posible alternancia.
El escenario luce complicado, el encono que se ha originado en los últimos meses entre los adversarios políticos no permite ser optimista de cara a posibles pactos, por lo que la sombra de unas terceras elecciones acecha.
Claves
>Partido Popular
137 de los 350 escaños en el Congreso
123 de los 350 escaños en el Congreso había logrado en el 2015
>Partido Socialista
85 de los 350 escaños en el Congreso
90 de los 350 escaños en el Congreso había logrado en el 2015
>Unidos Podemos
71 de los 350 escaños en el Congreso
71 de los 350 escaños en el Congreso tuvo en diciembre, pero muchos menos votos